Heart Breaker L.S

Epilogo.

"Heartbreaker" (Rompe corazones) 

Epilogo. 

El sol brillaba en su máximo esplendor, la luz se colaba por las ventas alegrando a jóvenes y viejos, niños y adultos, en fin, a todos, a todos excepto al castaño oji azul que conducía nervioso y a toda velocidad rogando que no fuese tarde aun.

Trago saliva pero fue en vano, tenía la garganta seca.

-Mierda.... —susurro fastidiado. Dos horas había pasado ya en el maldito trafico de la cuidad y ahora tenía que soportar el calor. –Mierda, mierda, mierda.

Doblo la esquina y un suspiro de alivio escapo de sus labios pues en tan solo unos segundos por fin su calvario habría de terminar.

Bajo la velocidad cuando diviso la bonita casa color azul con toques amarillos, aparco el auto frente a la acera de ésta y bajo de un salto, azoto la puerta corriendo a la parte trasera, abriendo con desespero la cajuela, casi se pone a dar saltos de emoción al ver que la misión había sido cumplida; el pastel había llegado sano y salvo. Con cuidado lo tomo de ambos lados y lo saco cerrando con los codos dicha cajuela, antes de tocar el timbre con la punta de la nariz observo que a la "Yessie" dibujada con chocolate, fresa y durazno estuviese perfecta, y sí, lo estaba.

Inmediatamente la puerta se abrió mostrando a una mujer de avanzada edad y bonito rostro.

-Déjeme ayudarle—hablo quitándole al castaño el pastel de las manos.

-Gracias Trina, ¿Dónde están todos?— 

-Aun están afuera—sonrió—Tal parece que los niños no se cansan nunca. —El oji hierro asintió encaminándose por el pasillo color caqui hasta la puerta trasera que conducía al jardín, gritos, globos y adornos de color rojo, amarillo, rosa, azul y un enorme inflable de castillo.

-¡Papa!—grito alegre la hermosa niña abrazándose a la pierna del joven, el solo rio y la cargo en brazos, la verdad era que la amaba y cuando veía ese larguísimo cabello rizado color chocolate, esos ojos del mismo azul hierro que el de él mismo, esa pálida piel, esa sonrisa perfecta y esos hoyuelos que se formaban con ella todo valía la pena.

-¡oh! Te ves hermosa con tu disfraz Louisy...—la niña le puso cara de pocos amigos, recordándole cierta expresión, de cierto rizado.

-¡No es un disfraz! ¡Yo soy Jessie! 

-Ah si claro, que tonto soy, dime Louisa ¿Dónde está mama?—

-Jessie—

-Sí Jessie, ¿Dónde está mama?—la pequeña estiro los bracitos hacia arriba junto con los hombros indicando que no sabía.

-¡Al fin! ¡Louis idiota!—acto seguido, un golpe en la nuca por parte de la linda oji verde que había aparecido desde atrás, vestía unos jeans y una polera sencilla a cuadros.

-¡Gem! ¿Por qué hiciste eso? Fue el tráfico, te lo juro. —la rizada mayor hizo un puchero.

-Está bien, te perdono y ni creas que estaba preocupada por ti, estaba preocupada por el pastel, los amiguitos de Louisa... —Louis se acerco a Gema puso una sonrisa picara y le planto un beso en la mejilla.

-Llegue y eso es lo que importa—la mujer solo asintió con una sonrisa. 

-Louisy, ¡Primero los regalos y luego el pastel!—

-¡Sí!—la niña bajo de los brazos de su padre y tomo la mano de su madre. 

Los tres terminaron de salir al jardín, las dos rizadas se encaminaron a la mesa de regalos pero a Louis algo le llamo la atención, en lugar de que los niños estuviesen brincando alegremente en el inflable se encontraban amontonados gritando eufóricos, al acercarse pudo ver el porqué, resoplo, la botarga de buzz lightyear estaba sobre la de woody, golpeandole.