Narra Ludmila:
Me encontraba en el altar, con mi hermoso vestido a punto de ser besada por el papasito de mi futuro marido, Tom Holland, luego de dar el sí.
— No te das una idea de cuanto estuve esperando este momento.— dijo él. Había llegado el momento del beso. Él se iba acercando de a poco. Estaba a escasos centimetros de mis labios, faltaba tan poc...
—¡LUDMILA, LEVÁNTATE, YA ES TARDE!.—gritó Johann entrando a mi habitación.
—¡NO QUIERO JOHANN! ¿ES NECESARIO QUE GRITES? ¡ESTABA EN MI BODA A PUNTO DE BESAR A TOM HOLLAND! ¡SÓLO DÉJAME DORMIR UN RATO MÁS!.— dije cerrando los ojos otra vez.
— Que rato ni rato, te levantas que hoy viene Yoyo y su mejor amiga a almorzar. Vamos ya, ya, ya, ya. Arriba.— dijo, sabe que odio que me digan niña.
— Te odio, ¿sabes?.— dije levantándome.
— Me amas, yo lo sé.— dijo arrogante.
— Uy, si claro.—le dije sarcásticamente— Por cierto, ¿Yoyo y quien más viene?.— cuestione.
— Él y Simo, su mejor amiga.— dijo.
— Ahhh, no sabía que tenía mejor amiga.— dije haciendo una mueca rara de confusión.
— Pues si.— dijo restándole importancia.—Bueno, levántate, prepárate y ayudame a limpiar este departamento que es un desastre.—dice quejándose.
—Si te vas de mi habitación, voy a poder cambiarme.— le digo, a lo que el asintió y salió de mi cuarto.
Me senté en el borde de la cama mientras sonreía recordando todos los momentos que pase junto a mi hermano, la verdad es que no lo cambiaría por nada en el mundo. A pesar de nuestras peleas, él siempre será mi hermano mayor, o como yo le digo, mi madre jirafa.
Pues bueno, no me quería poner cursi, así que me fui al baño, me miré en el espejo y sonreí. En fin, me bañé, me lavé los dientes, me peiné, coloqué un poco de corrector y base en mi cara para tapar un poco las ojeras pequeñas que tenía, y me cambié. Me puse unos jeans claritos rasgados en las rodillas y una blusa blanca.Ayude a mi hermano a terminar de ordenar el departamento para que quede presentable. Luego que terminamos de limpiar subí a mi cuarto a buscar mi teléfono. Cuando lo encontré bajé a la cocina, a esto eran las 10:25 am.
—¡JOLY!— grité llegando a la cocina.
—¡¿QUEE?!— gritó el.
—¡TENGO HAMBRE!— grité alargando la última "E".
—¡YA TE TRAIGO EL DESAYUNO!— gritó nuevamente a lo que me reí.
—¡GRACIAS!— respondí.
— Ya deja de gritar, los vecinos van a pensar que estamos locos— dijo y río.
— Ay hermanito, ya lo saben.— le respondí y me reí.— Pero quiero mi desayuno, por favor.— insistí.
— Tranquila enana, ya lo preparé. Ahora te lo traigo.— dijo.
—¡Hey! Que tu seas una maldita jirafa, no me hace una enana, eh.— dije, fingiendo estar ofendida.
— Lo que tu digas ENANA, y cuida ese vocabulario niña— dijo remarcando la palabra "enana".
— Ya, ve por el desayuno que yo preparo la mesa— dije.
Mientras Johann iba por el desayuno, yo me dispuse a encender el televisor y limpiar la mesa del living para colocar los platos, vasos, etc.
Me senté a esperar a mi hermano y me puse a ver la televisión, sinceramente no le preste atención, ya que me quedé pensando en no sé que.
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