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Historia
1 de Septiembre
Me desperté con el sonido de lluvia de fondo, pensé que agosto nos dejó un clima muy raro. Pero cuando mire hacia mi celular vi la hora y la fecha "Sábado 1 de Septiembre, 8:45 am".
-ugh- solté un suspiro cansado, odio despertarme tan temprano los fin de semana.
Me levante y fui al baño a lavarme la cara e higienizarme, como lo hacía cada mañana preparaba la ducha con agua caliente, ya que está lluvia dejaba un frío viento de por medio. Mi departamento estaba helado, tengo que acordarme de llamar al gasista para arreglar los calefactores.
Cuando termine mi rutina me prepare un café batido, llámenme nenita o lo que sea pero tengo que tomarlo con leche al café, sino me es imposible lo siento muy fuerte aunque use el instantáneo suave. Decidí beber mi desayuno en el balcón, ver la lluvia me tranquilizaba un poco, ya que eso significaba que no habría nadie afuera como para arruinar mi día. Mire de reojo el almacén para ver lo que faltaba y efectivamente necesitaba ir urgente al supermercado, estaba vacío y con 4 paquetes de sopas instantáneas. Mi debilidad es la cocina, puedo cocinar cosas muy ricas pero soy muy vaga como para hacerlo seguido así que me gusta tomar sopas y de todo tipo, no hay un gusto en especial.
Mudarme a Seúl fue una difícil situación, y un gran gasto para mis padres pero la carrera de artes musicales es la mejor aquí que en mi país natal, y allá la economía no es la mejor que digamos así que trato de gastar lo menos posible para que no se les dificulte tanto a mis padres mantenerme aquí.
Las calles estaban efectivamente vacías, y todo gracias a mi hermosa lluvia, la campera impermeable que tenía no era la adecuada, parecía un minion con ella puesta, era amarilla pato y muy grande al ser de mi padre, pero la amaba por recordarme mucho a él y cuando la usaba en mi antiguo hogar.
Al llegar al supermercado agarre un carrito y empecé a caminar directo al sexto pasillo, el de alimentos para diabéticos, tome todo lo que veía necesario y lo que me alcanzaría con 10.000 W, luego de hacer mis cálculos me dirigí la caja para pagar los artículos y retomar mi camino al departamento. Espere muy poco hasta ser atendida, el cajero me resulto conocido pero deseché la idea al momento de leer la plaqueta con su nombre "Jeon Min", pagué por mis cosas y salí rápidamente. Luego de varios minutos caminado me desvíe para el sector del centro, quería comprar ropa ya que se viene el otoño y mis pocos jeans no durarían mucho, pase por mi tienda favorita de segunda mano y entre encontrándome la nueva sección de otoño- invierno, sonreí satisfecha al encontrar varias prendas de mi agrado, las tomé y pagué por ellas, al terminar mi paseo por el centro me dirigí de nuevo para el departamento, pensé por mis interiores que ha sido una mañana productiva.
Me faltaban pocas cuadras cuando me choque con un chico, tengo que admitir que es muy guapo y alto con una hermosa  sonrisa.
-Uy, discúlpame- dijo mientras me ayudaba a alzar las cosas que tenía en mis manos- venia distraído y no te vi- volvió a excusarse.
-No hay problema, yo también venía distraída, estaba en mi mundo- me miro mientras hablaba fijamente a lo cual yo le dediqué una sonrisa tímida antes de despedirme con la intención de volver a casa pero su mano me detuvo e hizo girarme para quedar nuevamente de frente.
-Es obvio que no eres de aquí, así que obviaré la pregunta tonta pero me da curiosidad, ¿Que haces aquí en Seúl?- dijo aún tomado de mi mano.
-Estoy estudiando artes musicales, porque de donde soy la universidad no es tan buena como la de aquí- le respondí deslizando sutilmente mi mano izquierda de la suya, él percatándose de mi movimiento la volvió a tomar esta vez un poco más fuerte que antes.
-¿Quieres ir a tomar algo? El día se presta para eso y me gustaría tener compañía. Va si quieres- me miraba fijamente esperando por mi respuesta.
-Discúlpame pero no te conozco y no suelo salir con gente desconocida- le dije soltando mi mano de su agarre y con cierto enojo, solo quería irme a casa y dormir todo lo que resta del día, pero su presencia me estaba dificultando finalizar mi objetivo.
-Ohh si es por eso- soltó mi mano y se acercó un poco más- Me llamo Kim Taehyung, ahora ¿como te llamas?- inclinándose un poco para igualar nuestras alturas, él siendo mucho más alto que yo.
-So Ann- le respondí alejándolo un poco con mis manos.
-El placer es mío- respondió tomando una de mis manos y depositando un beso en ella- Ahora si aceptas mi invitación o no?
-No, gracias pero quiero irme a mi casa, se me hace tarde, con permiso- giré rápidamente y a pasos apresurados empecé a caminar las 4 cuadras que me faltaban para llegar a dichoso destino.
-Nos veremos en algún momento Ann, adiós- lo escuche gritar detrás mío.
Cuando entre al edificio y tome el ascensor me di cuenta del error grande que cometí al decirle mi nombre, si mis padres estuvieran aquí ya me estarían regañando por eso. Pero no puedo dejar de pensar en lo guapo y hermoso que es cuando sonríe, realmente hay de todo en Seúl, y yo soy parte de esa diversidad.
Cualquiera se daría cuenta que soy de Latinoamérica, mi piel trigueña y lo oscuro de mi cabello más los rizos que se forman en las puntas del mismo eran rasgos obvios a parte de las facciones faciales y las millones de pecas que recorren mi cara, pareciendo defectos al lado de las pálidas y perfectamente lisas caras de las chicas aquí, ademas mi cuerpo curvilíneo y mi baja estatura eran otro de los complementos que me hacían destacar.
☁️☁️
Ya pasadas las 9 de la noche me acosté, había estado toda la tarde terminado un trabajo de expresión corporal y anatomía y una canción que tenía que presentar para música, la melodía era muy buena pero limitada a una partitura en piano y la letra era también corta pero lo suficiente como para complacerme y derramar mis emociones en ella.
Me faltaban 3 años para terminar la carrera y recibirme como compositora y productora. Algo que siempre ame, desde chica me encantaba bailar y cantar pero yo hacía mis canciones, no me gustaban las otras infantiles. Con todo ya guardado en mi pendrive me decidí en acostarme y dormir, fue un día alocado y muy cansador que se reflejaba en mi cara, las ojeras estaban desde que llegue a 5to año del secundario, desde ese entonces son parte de mi carita, por eso muchas personas deben espantarse de mi aspecto.
Tome mi celular y puse la alarma para el otro día, tenía mucho sueño que no me di cuenta en el momento que morfeo me tomo entre sus brazos guiándome al camino del descanso.

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