Frase 34

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Todo pasa por una razón.

A veces las personas llegan a tu vida y sabes inmediatamente que llegaron por obra del destino.
Tienen un propósito, te enseñan una lección o te ayudan a darte cuenta de quién eres o quién quieres ser. Nunca sabes qué personas serán, tus compañeros de habitación, tu vecino, tu maestro, un amigo que no has visto hace mucho tiempo, un amor o un completo desconocido que, cuando los ves, sabes que afectarán tu vida profundamente.
A veces las cosas ocurren y en ese momento te parecen horrendas, dolorosas e injustas, pero luego con el tiempo te das cuenta que al superar esos obstáculos has conocido tu potencial, tu voluntad y el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón, nada pasa porque sí. La mala suerte, la enfermedad, las heridas, el amor, los momentos perdidos o de absoluta grandeza y estupidez, todos ocurren para probar los límites de tu alma. Sin estás pruebas la vida sería como un camino plano que no lleva a ninguna parte. Seguro y cómodo, pero aburrido y sin propósito.
Las personas que conoces afectan tu vida y el éxito y fracaso que experimentas, las personas que forman quién eres. Puedes aprender incluso de las malas experiencias. Estas lecciones son las más difíciles y probablemente las más importantes...
Si alguien te lastima, te traiciona o te rompe el corazón, te han ayudado a aprender de la confianza y la importancia de tener cuidado en quién confías con tus sentimientos.
Si alguien te ama, ámalos incondicionalmente. No sólo porque te aman, sino porque te enseñan a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a cosas que nunca antes has visto o sentido. Haz que cada día cuente. Aprecia cada momento y toma todo lo que puedas de él, porque puede que nunca puedas volver a experimentarlo. Habla con personas con las que nunca has hablado, y escúchalos con atención, déjate enamorar, libérate.
Puedes hacer de tu vida lo que quieras.

-datosfantásticos

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