CARAMELO

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Nitroglicerina o algo parecido a la nitroglicerina, no es sólo uno de los componentes que provoca las explosiones de Kacchan, sino también hace que su sudor y sobre todo sus manos huelan dulce, como a caramelo recién derretido. No es que el olor sea tan marcado como para cubrir todo el vestidor o el salón de clase, apenas se percibe si estás muy cerca de él.

Pero cuando soltamos nuestras manos para que cada quien se vaya a su respectivo cuarto ese dulce aroma queda impregnado en mi mano por días, no se diga de su cuarto, la primera vez que entre en la habitación de mi ahora novio pensé que Satō-kun estaba horneando un pastel o algún otro postre, pero recordé que su habitación quedaba al otro lado del edificio. Ese olor tan característico lleno mis pulmones y como si tuviera asma lo inhale una y otra vez hasta cansarme, sé que sonara acosador pero esa misma noche cuando regrese a mi habitación escribí esta nueva información en mi libreta.

- ¿Qué haces parado ahí nerd? Ven, siéntate. – Regaño el rubio sacándome de mis recuerdos.

Esa noche jugaríamos videojuegos en su cuarto, me senté a su lado a espaldas de la cama y después de seleccionar a nuestro personaje comenzamos una batalla por ver quién ganaría en ese mundo virtual, como la mayoría del tiempo Kacchan gritaba y maldecía cada vez que perdía vida su personaje, mientras que yo sólo atinaba a calmarlo para no despertar a nuestros compañeros.

- ¡Cállate Deku! ¡NO ME VAS A GANAR!

Dicho esto, vi como movía rápidamente sus dedos en el control de la consola oyendo de fondo como el juego me decía que había perdido por un K.O, voltee rápido a la pantalla y sin creerlo solo atine a gritar.

- ¡TRAMPOSO! – Recrimine.

- Cállate nerd, sabes que eres un Deku y nunca podrás ganarme. – Río triunfante.

- ¡Ya verás que sí! ¡Quiero otra ronda!

Sin chistar Kacchan y yo nos pusimos a jugar durante horas, ya habían pasado unas cinco o seis batallas de las cuales yo había ganado cuatro, estaba apunto de ganar otra vez sólo debía hacer aquel combo que había aprendido hace un tiempo cuando investigue sobre este juego. Mi barra de poder estaba completa, era el momento, apreté lo más rápido los botones de mi control dándole un K.O a Kacchan.

- ¡SÍ GANÉ! – Levante mis brazos en forma de victoria.

- ¡NO, MIERDA! ¡AHORA TÚ ERES EL TRAMPOSO! – Grito enojado el rubio.

- ¡Claro que no! ¡Hice lo mismo que tú la primera vez! – Me excuse.

- ¡Cállate! ¡Ven aquí!

Kacchan se lanzo encima de mí dándome pequeñas explosiones en mis costillas que de cierta manera daban cosquillas haciendo que cerrara los ojos y riera levemente, intente quitármelo de encima, pero era imposible, a pesar de que ambos entrenábamos intensamente todos los días él seguía siendo más fuerte que yo. Puse una de mis manos sobre su cara para intentar quitármelo, pero comencé a sentir algo húmedo en la palma de la mano, volteé a verlo y estaba lamiéndome, sólo atine a ver a la derecha avergonzado, ¿cómo se torno de esta manera tan de repente?

- Deku...

Me llamó mi amigo de la infancia, no quería voltear por la vergüenza, pero esto pareció no importarle porque sentí como su mano derecha se posaba en mi rostro acariciando primero mi mejilla pasando su dedo pulgar por mi labio inferior...

"Caramelo..." Pensé. Kacchan ya estaba empezando a sudar un poco de sus manos, él no es una persona que se sienta intimidada o nerviosa tan fácilmente sin embargo cuando se trata de mí y estás situaciones puede llegar a hacer tan o más nervioso que yo.

CARAMELO | One Shot KatsuDeku #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora