━ ONE.

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—¡Alexa, ven un minuto!

Por qué diablos no vienes tú.

Dejando las bolsas en la entrada, voy a su habitación. Como si fuera una maldita empleada.

—¿Qué quieres? —pregunto adentrándome a la pieza, me arrepiento al instante por no haber tocado la puerta. No amanecí con ganas de ver a una pareja básicamente desnuda en su cama después de follar.

—Como si fuera la primera vez que me ves desnudo —se queja él, acostado en la cama con Courtney en su pecho.

—¿Qué es lo que quieres? —Vuelvo a preguntar, mirándolos, tenían las sábanas cubriendo sus partes íntimas. No sé siquiera porqué dijo eso, nunca lo vi desnudo más que verlo sin su remera.

—Necesito un favor —dice y veo cómo agarra su caja de cigarros de la mesa de luz a un lado de la cama—. ¿No me cuidas a Frances hoy? —pregunta y sus ojos vuelven a caer sobre mí.

—Olvídalo —contesto rápidamente—. También tengo cosas que hacer, Kurt.

Courtney se ríe y al fin se digna a verme—.  ¿Qué es lo qué tienes que hacer tan importante?

—No es un problema que deban saber —respondí ante la inquietud de los dos—. Y Francés tampoco es el mío.

Él rodea sus ojos y le da una calada a su cigarro—. Escucha, Alexa. Hablas así como si fuera la primera vez que la cuidas. 

—Precisamente por eso me niego. Adoro a la niña, pero no dejaré de lado mis quehaceres por cuidarla.

He cuidado a Frances más veces de las que puedo recordar. Aunque una de esas veces destaca más que las otras. Cuando la cuidé fue porque Courtney se había ido a la casa de sus padres. «Quería un fin de semana relax» según ella. Había sido poco tiempo después de que la niña naciera y ella apenas teniendo idea de donde esta parada, menos iba a tener idea de cómo cuidar a una bebé. Kurt tuvo un show, el cuál se le había presentado a último momento y me pidió cuidar a su hija.

Sin embargo, ahora no lo voy a hacer porque los conozco y Kurt no me lo pide porque tengan algo importante para hacer.

—Oye, ¿en qué estás pensando? —pregunta él, llamando mi atención.

Niego antes de hablar—, necesito que hablemos esto en un mejor ambiente.

Kurt deja el cigarro en el cenicero que también esta en la mesa de luz y vuelve a hablar—. Esta bien, espérame en la sala —contesta, sacando a Courtney encima suyo y yo salgo rápido de la habitación, cierro la puerta pero no me voy. Apoyo mi cabeza en ella y escucho si algo pasa.

—¿Cómo es eso de que no es la primera vez que te ve desnudo? ¿Ella te...?

—Haces esa pregunta como sino supieras el tipo de relación que tenemos. ¿Cómo puedes creerte eso?

—Es una pregunta.

—Una bastante ofensiva.

Bah, ¿qué otro tipo de respuesta puedo esperar? El querido y aclamado vocalista de Nirvana trabaja con su archienemiga. Es decir, yo. Una contestación como esa no me ofende ni asombra, al contrario, la había imaginado.

—¿Y tú por qué la odias? —Escucho a Courtney.

Me gustaría saber a mí también.

El silencio permanece allí, no sé si ir o dejar que me encuentre escuchando conversaciones ajenas.

Pero oigo la voz de Courtney al no obtener respuesta de su marido—. Sea cual sea el motivo, da igual. Sólo no quiero volver a tener que escuchar ese tipo de insinuación con la misma perra que anda dando vueltas en mi casa.

dark red » kurt cobain.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora