Capítulo 01

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Estaba agotado.  

Su cuerpo parecía plomo a la hora de subir a su auto.

El ser agente fiscal era demasiado agotador pero sin duda fue el mejor puesto que pudo haber recibido ya hace más de año y medio.

La ciudad de Seúl estaba dividida por cinco sectores. Yoongi estaba a cargo del tercer sector y no podía estar más orgulloso de ello.

Fueron varios años de esfuerzo, teniendo buenas notas en la universidad, un expediente limpio y sin fallas. Tuvo sus prácticas profesionales en los edificios jurídicos de la ciudad, logrando que al poco tiempo se convirtiera en su empleo con tan solo veintidós años.

Ahora a sus veintiséis tiene todo lo que podía pedir a pesar de que le lleva muchas horas de trabajo y registros.

El recorrido a casa era el mismo. Ya se había acostumbrado a la rutina, siempre era del trabajo a casa y viceversa.

Al llegar a la zona de residencias donde vivía el ambiente era muy tranquilo. No había ningún vecino molesto y eso definitivamente lo hacía feliz cuando llegaba tan cansado.

Estacionó su auto y se encaminó hacia la puerta principal. Al entrar observó como todo estaba más tranquilo de lo normal. No sonaba ningún tipo de música o instrumento, las luces estaban completamente apagadas, no llegaba ese delicioso aroma a sus fosas nasales de alguna lasaña o pastel cocinándose.

Respiró profundo en busca de su aroma y no obtuvo nada. No sintió ese aroma extremadamente dulce que Jimin poseía, en segundos se alarmó.

Dejo su maletín en el sillón y recorrió todo el primer piso. Revisó el cuarto de lavado por si Jimin estuviese ahí pero no había nadie.

Nadie en el jardín trasero, no había nadie en la despensa ni en la cocina. Subió las escaleras con la esperanza de que su omega se haya quedado dormido o algo parecido pero al llegar solo obtuvo una habitación vacía y fría.

Gruñó cuando no sintió el aroma de Jimin por ningún lado.

Empezaba a sentirse enfermo con esa sensación en su pecho de estar apretándose poco a poco cuando vio el móvil de su esposo en la mesita de noche. No tenía forma de comunicarse con él.

¿Dónde estaba su omega?

¿Con quién estaría?

¿A quién tenía que llamar para preguntar si estaban con él?

Bajó nuevamente las escaleras. Iría con todos los amigos que conocía de su omega para saber su paradero.

Pasó a toda velocidad por el comedor, tenía que saber dónde estaba y cuál era la razón por la cual no estaba en casa y...

Se detuvo cuando lo vió.

Tragó una enorme cantidad de saliva acumulada cuando vio el sobre blanco. Camino hasta él y sintió su cuerpo temblar al ver su nombre escrito con la linda caligrafía de su Jimin.

Abrió el sobre sin importar que este se rompiese, solo quería leer lo que sea que se haya escrito ahí.

Mientras leía el contenido no podía sentirse asqueado y asfixiado.

Sentía su corazón ser aplastado. No tenía palabras para describir lo que poco a poco iba sintiendo.

Corrió escaleras arriba nuevamente y entró en la habitación que compartían.

Al entrar al vestidor que compartían apretó fuertemente la carta entre sus manos al ver que era cierto. La mitad de la habitación estaba vacía.

WORKAHOLIC | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora