Like you ✨ | JiKook | One Shot

Jimin

-¿Puedes oírme Jungkook?- susurró a la oscuridad el rubio.

-¿Mmh?- un movimiento se oyó al otro lado de la habitación.

-Oh, lo siento, ¿te he despertado?

-No, todavía no estaba dormido- la voz del menor sonaba algo ronca- ¿Ocurrió algo Jimin hyung?

-No... sí, es decir... -el rubio rodó en su cama dirigiendo su cara a la pared-  no puedo dormir.

Nadie contestó. Al parecer Jungkook había logrado conciliar el sueño. El día había sido agotador y, sin embargo, él no podía pegar un ojo.

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Por la mañana, Jimin había asistido a la universidad, en donde permaneció hasta la tarde. Tanto su cabeza como su cuerpo le pedían un descanso.
Estuvo a punto de ceder al impulso y dirigirse a su casa, se imaginó rodeado por sus almohadones, cubierto por una manta hasta la cabeza... pero la imagen de Jungkook arruinó sus planes.

El menor por fin había vuelto de su intercambio de seis meses en el exterior y realmente deseaba verlo.
Ambos eran muy cercanos y las distancia los había dañado. A pesar de estar en un contacto continuo a través de las videollamadas y mensajes, sentían que no era lo mismo.

Jimin disfrutaba de ir a la academia no solo por su pasión por la danza, sino también por Jungkook. Le gustaba ver al menor practicar, le gustaba bailar junto a él, chocarlo y reír... cuando Jungkook reía el mundo de Jimin parecía brillar.

Se conocían hace años, ninguno recordaba el motivo por el cual habían comenzado a hablarse y tampoco recordaban su primera salida junto con el grupo de baile. Pero si recordaban su primera salida a solas, habían congeniado tan bien.
Disfrutaban el uno del otro, pasaban mucho tiempo juntos. Cada que Jimin salía de la universidad, se encontraba con el menor esperándolo en la puerta, y de no ser así, era él quien tenía que pasar por el otro.

Cuando Jungkook obtuvo su beca para Estados Unidos, Jimin no supo cómo sentirse. Claro que estaba feliz por el menor, ese tipo de oportunidades no eran cosa de todos los días. Pero ¿qué ocurriría con él y sus sentimientos por Jungkook? No eran más que amigos, pero... Jimin aún guardaba esperanzas, deseaba poder decirle al castaño todo lo que le generaba; la felicidad que provocaba tan solo al estar junto a él, las cosquillas en su estómago y manos cada vez que compartían un abrazo o simplemente lo miraba.

No estaba seguro de ser correspondido por Jungkook, éste nunca había dejado entrever algo que no fuese amistad por él. Realmente su silencio le estaba siendo insoportable.
Sin embargo, no podía decirle lo mucho que lo amaba cuando el chico tenía un océano de oportunidades por delante.

Ahora, con Jungkook de vuelta, la cosa había cambiado. Jimin sintió que era hora.

Cuando llegó a la clase y vio al menor allí, sintió que todo el cansancio y los nervios lo abandonaron de repente. Durante toda la tarde permanecieron juntos, parecía que los seis meses no habían existido, todo se sentía normal.

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-Merezco una cena de bienvenida- dijo el menor riendo mientras lo arrastraba fuera de la clase.

Entre bocado y bocado comentaban anécdotas del pasado, reían recordando momentos previos a la ida del menor.

-Y ¿algo que no me hayas comentado de Estados Unidos?