Isabella Moore, se encontraba en su habitación, ese que quedaba al lado del sótano. Llorando con desconsuelo, aún con su corazón martillando en su caja torácica desenfrenado, como si en cualquier momento pudiera salirse de su pecho.
No entendía como podía alguien ser tan mezquino, tan malvado.
Y es que se culpaba de todo, de la atroz enfermedad de su madre, de la pobreza en su familia, de no tener sustentos para darle a sus hermanos.
Se culpaba aún sin tener la culpa de nada. Pero de lo que más se arrepentía era de haber firmado un contrato con Julius Gallagher.
El mismísimo diablo personificado dispuesto de sacarle aún las ganas de vivir.Se mortificada todos esos malditos días que había vivido en esa mancion siendo sumisa de aquel hombre tan asqueroso y sin pizca de compasión alguna.
Estaba desesperada por saciar el hambre a sus hermanos, por darle los medicamentos adecuado a su enferma madre, que ante tanta carga la llevaron a meterse ala boca del lobo.
Ese que firmando un contrato pidió exclusivamente su virginidad...Estaba cansada ya de llorar, de ser golpeada hasta perder la consciencia por no darle al hombre lo que en un papel ella había certificado con su firma impregnada en aquel contrato.
Estaba cansada ya de vivir.
Pero había algo que la mantenía queriendo seguir luchando. Su familia. Estaba conforme con saber que su madre y hermanos tenían el pan en la mesa y recibiendo los medicamentos adecuados de su madre día a día. Por lo menos en eso el hombre había cumplido su palabra.Por su idiotez había desatado la furia en aquel hombre, queriendo castigarla de tan semejante manera.
Había planeado varias semanas atrás su escape, con suma discreción todo para su partida. Su tonta idea apareció en el momento justo en el que intentaba escapar por la ventana del sótano ese que constantemente estaba vacío y que no había visto pasar a ninguna empleada de limpieza . Qué no se dio cuenta que allí yacía de pie un guardia de seguridad.El chirrido de la puerta siendo abierta la alarmó, temiendo que fuera Julius o alguno de su soldaditos como ella lo llamaba en su cabeza.
Respiro con calma, viendo a la señora Alba la cocinera y encargada de limpieza de la mancion dirigirse hacia donde ella se encontraba.-Niña-susurro apunto del llanto. Conmocionada por lo que le habían comentado las jóvenes de limpieza.
La abrazo como si fuera su propia hija. Había generado un sentimiento familiar hacia Isabella, durante esos cinco meses que albergará le había agarrado cariño.
-Estoy bien Alba-largo para que aquella mujer dejará las lágrimas que se le avesinaban.
-Lydia me comentó lo que había ocurrió. Perdón por no hacer nada mí niña
-No tienes por qué disculparte.-susurro aquella joven complacida por el cariño maternal que le daba aquella mujer.
-Estaba tan asustada. Quise hacer algo sin embargo no pude-siguio martirizados se la mujer.
-No me hizo nada Alba.
-Como?-Estaba confundida, ella misma había escuchado el llanto de Isabella resonar por el pasillo.
-Lo que oyes. El no pudo hacerme nada. Un guardia golpeó la puerta anunciando que tenía una visita de suma importancia.-suspiro con tranquilidad al saber que no le había echo daño.
Ese hombre mezquino se iba a ganar su odio aún más del que ya tenia.
-Una visita?- se pregunto Alba más para si misma.
-Creo haber escuchado que era su hermano- sus ojos se abrieron sorprendido. El joven Gael había vuelto a casa.
-Estas segura, mí niña?
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Cautiva
RomanceTodo comenzó con un contrato..... Isabella Moore una muchacha joven con un destino doloroso ,con una historia dura es sometida al lado oscuro de la realidad. Por desesperación se metió en la boca del lobo. Impregnó su firma en aquel papel, marcando...