Otro día soleado iniciaba en Bogotá, recién eran las 8:00 y Poché ya estaba iniciando su día, pues aunque no era fan de levantarse temprano su trabajo la obligaba. El padre de Poché tenía el dinero para mantenerla toda su vida gracias a que era dueño de numerosas empresas en Colombia, pero los planes de Juan Carlos para su hija eran otros, el creyó que al tener 23 años ya era edad suficiente para vivir sola, pero su padre le ayudaría pagando los gastos del departamento con la condición que ella trabajaría para pagarse sus gustos y como la chica amante del maquillaje y de las fiestas aceptó.
Es por eso que se encontraba arriba de su moto encamino hacia la empresa de abogados donde trabajaba, pues esa era la aspiración de la peli azul, convertirse en alguien que defendiera a quienes no pudieran para así ayudar a cambiar este mundo tan jodido. Mientras su sueño se cumplía decidió meterse en esa empresa para aprender todo lo necesario y que mejor forma que ser asistente de uno de los abogados más reconocidos de Latinoamérica, quien gracias a su padre logró conseguir ese gran puesto.
-Buen día Claudia- saludó Poché amablemente a la recepcionista
-Buenos dias hermosa- le correspondió con una sonrisa coqueta haciendo un movimiento para mostrar un poco más de sus pechos -no me llamaste después de lo qué pasó el otro fin de semana- dijo haciendo un puchero- ¿acaso no la pasaste bien?- dijo Claudia parándose de su silla para acercarse a Poché
-Claro que la pase bien-dijo Poché con una voz ronca- pero he estado ocupada cariño, prometo esta vez si buscarte- dijo alejándose un poco- Si me disculpas llegaré tarde con el jefe a si que nos vemos luego- dijo esto mientras casi corría hacia el elevador.Al llegar hasta el último piso de ese gran edificio entró directamente a la oficina del jefe pero no antes de saludar a su secretaria quien la miró descaradamente de arriba hacia abajo. Poché era envidiable, cuerpo tonificado, pechos un tanto grandes, una cintura fantástica que hacía que las personas no pudieran negarse ante los encantos de María José.
-Buenos días jefe- saludó la peli azul
-Buen día- saludó este sin despegar la mirada de los papeles que tenia en sus manos- ¿Que tenemos para hoy?- dijo el hombre en un tono como siempre serio
-Tiene 1 junta además de revisión de 2 casos, también...- empezó Poché a contar mientras el hombre la miraba con atención.
- Muy bien empecemos- dijo el jefe de Poché, está inmediatamente fue a su escrito para iniciar otro gran día, mientras para muchos ese trabajo era pesado para Poché era lo más increíble porque no hay más satisfacción que trabajar en lo que amas....
Al otro lado de la ciudad se encontraba Calle apenas levantándose pues no había más satisfacción para ella que levantarse tarde un sábado, así recuperaría todo el desgaste físico de la semana. Ella simplemente se levanto y se dirigió al baño para hacer su rutina de mañana, después de esto bajo hasta el comedor donde ya tenía su plato sacando vapor
-Buenos días-saludó la joven sirvienta a Calle
-Buenos días- le correspondió- ¿Donde está mi papá?- pregunto mirando a todos lados.
-Dijo que hoy iba a tener mucho trabajo así que hoy se fue temprano-dijo la joven caminando hacia la cocina
-Espera Diana, ¿ya desayunaste?- pregunto Daniela llamando otra vez la atención de la chica.
-No aún no, ¿Porque?-dijo acercándose
-¿Podrías desayunar conmigo?-dijo una apenada Dani, juntando las manos en forma de rogar
-Claro- La miró con dulzura- voy por otro plato
Calle siempre había sido una persona desconfiada, pero por alguna razón de todos los trabajadores de su casa, solo Diana le aspiraba confianza, hasta se podría decir que eran amigas.
Cuando su encuentro terminó, la castaña se dirigió a su cuarto para arreglarse pues había llegado uno de sus días preferidos de la semana, pues ella 2 veces a la semana iba a sus amadas clases de canto y hoy era uno de los grandes días. Se arregló lo más rápido que pudo y en menos de 30 minutos ya estaba conduciendo hacia su escuela, pero una llamada la interrumpió contestando sin mirar quién era.
-Hola Danielita hermosa ¿Como estás?-dijo Sebastián atrás de la línea emocionado
-Holi Sebas-dijo Calle un tanto nerviosa-Bien gracias, ¿Y tú?-
-Todo bien- Dani podía sentir cómo Sebastián sonreía- Mira mis amigos y yo estamos planeando salir esta noche a un bar ¿Te gustaría ir?- Dani se sorprendió, toda su vida había tenido amigos que preferían estar en casa mil veces antes que salir, este nuevo concepto de amigos la asustaba pero también la emocionaba-¿Dani sigues ahí?- pregunto Sebas sacándola de sus pensamientos
-Si Sebastián yo me apunto- dijo emocionada
-Muy bien, pasó por ti a las 8:00, mándame un mensaje con la dirección de tu casa-dijo de una forma coqueta
-Esta bien, nos vemos en la noche-dijo la castaña
-Si, nos vemos al rato, bye- Dijo esto el chico para así colgar.
Hoy me divertiré, hoy me divertiré se repetía mentalmente, pues gracias a la vida tan dura que Dani había tenido la diversión era lo ultimo que tenía, pero esa historia es para otro capítulo.
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¿Que hiciste en mi?
RomanceSiempre pensé en tener el control de todo, pero esa persona llegó y con una sonrisa dio un giro de 360º a mi vida