You Again? [-Dahyun Y Tu-]

Capítulo 9

Al día siguiente el clima estaba peor, muchísima lluvia...

Esta vez Dahyun no llegó por mi, supuse que se tenía que ir temprano o por el clima o tal vez incluso enfermo, cosa que me habría preocupado bastante, así que simplemente me fui solo.

Me despedí de mis padres y tomé un paraguas para poner rumbo a la universidad.

Al llegar al colegio, simplemente fui directo al aula ya que se hacía tarde gracias a la lluvia.

Al entrar, pude ver a Dahyun, es inconfundible con esa pálida piel...

Pero... la noté algo seria, así que me le acerqué para charlar con ella.

—Hola, Dahyun.— saludé

Ella no respondió.

—¿Qué ocurre?, ¿Estás bien?.— pregunté

—Sí, vete con tu novia.— respondió, sin siquiera verme

—¿Novia?.— pregunté confundido

—No te hagas el tonto, Sana se le veía tan cómoda a tu lado...— comentó con cierta molestia

—Sana no es mi novia, solo salimos, eso es todo.— respondí confundido

—He visto como te mira... Está más que claro que quiere algo contigo.— comentó, aún sin verme

Con mi mano derecha, la acerqué a su mejilla e hice que volteara hacia mí.

—Escucha... Perdón por no haberte acompañado ayer. Sana y yo no somos nada más que amigos, no es mi novia; la conocí hace unos días, no voy a enamorarme de alguien a solo unos días de conocerla, mira lo que pasó con Tzuyu... Si te lastimé no fue mi intención, lo siento.— expliqué y me disculpé

—Está bien, te perdono... Tonto.— respondió, por fin mirándome y sonriendome

Por suerte Sana no mencionó nada sobre el beso, no hasta que llegó la hora de descanso...

—Hola, guapo.— saludó, acercándose de una manera sensual a mi

—H-hola, Sana.— saludé también

—¿Que tal el beso de ayer?, ¿Quieres otro?.— preguntó

—E-escucha Sana, a-acabo de salir de una relación y quiero olvidarme de ell-—

Sana no me dejó terminar y comenzó a besarme, ahí, en medio del pasillo...

—Está bien si no quieres una relación, aquí te dejo un beso por si cambias de opinión, guapo.— dijo Sana alejándose y mordiéndose los labios

Por suerte Dahyun no lo vió si no creería que le miento...

—H-hola, Dahyun, ¿Puedo sentarme?.— pregunté

—Seguro, siéntate.— aceptó —¿Escuchaste el rumor?.— preguntó al yo sentarme

—¿Que rumor?.— pregunté

—Vendrá una chica de intercambio, de Taiwán.— respondió

—¿Q-que?, ¿T-taiwán?.— pregunté nervioso

—Sí, probablemente ella llegue mañana, o eso escuché.— respondió

—O-oh, y-ya veo...— dije, bastante nervioso

—¿Por qué estás tan nervioso?.— preguntó

—N-no, por nada.— respondí, aún más nervioso

En realidad... Sólamente esperaba que no fuese Tzuyu, ya que ella estaba estudiando coreano también.

Al terminar las clases, tomé mi mochila y la colgué en mi espalda, para después salir del aula.

Al salir del aula, podía escuchar al agua chocando fuertemente con el techo del colegio, está lloviendo horrible, en mi vida había visto una lluvia tan fuerte...

Dahyun estaba parada fuera de la escuela, viendo un posible camino para evitar la lluvia, cosa que era imposible.

—Hola.— saludé

—H-hola __.— saludó, tratando de darse un poco de calor

—¿No trajiste paraguas?.— pregunté

—No...— respondió, temblando ligeramente

Yo saqué el mío y acerqué a Dahyun a mi, pero antes..

Desabroché mi abrigo y se lo sobre puse a ella ya que temblaba muchísimo.

Ella se sonrojó cuando lo hice, así que simplemente le sonreí.

—Ven, vamos.— dije

—E-está bien.— aceptó

Empezó a llover incluso más fuerte aún, ambos nos escondimos en un juego de parque cercano hasta que pasara la lluvia, cosa que nos tomaría incluso horas...

—No creo que pare la lluvia...— dije desde dentro de la atracción

La fuerte lluvia siguió por un par de horas...

Dahyun se quedó dormida en mi pecho. Yo la veía un poco cansada así que me acerqué a ella y poco a poco cayó dormida.

Luego de casi 40 minutos después, la lluvia paró. Fue una suerte porque en Corea, las lluvias duran horas...

—Dahyun, Dahyun, ya paró la lluvia.— comenté, intentando despertarla

—E-eh... ¿C-cómo?.— preguntó

Dahyun se puso extremadamente roja al ver que estaba dormida en mi pecho.

—¿Ya despertó la bella durmiente?.— pregunté, intentando burlarme

—C-cállate, tonto.— respondió

—Ya paró la lluvia, ¿Nos vamos?.— pregunté

—S-si, v-vámonos.— aceptó

Luego de unos 20 minutos, ambos llegamos a nuestras respectivas casas.

—Te veo mañana, __.— dijo, mientras se acercaba para darme un beso en la mejilla

—No hay de que, pequeña durmiente.— respondí

Ella comenzó a sonrojarse de nuevo, así que rápidamente entró a casa de sus padres.