Sombras

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Al caer la noche, ennegreció aun más la ciudad, que era levemente iluminada por las tenues luces del alumbrado público. En un anónimo callejón perdido entre la majestuosas calles de la cuidad , un joven de cabellos negros que en ese momento brillaban de rojo carmín; producto de una herida en la coronilla de su cabeza. Sus ojos rasgados gritaban mudamente del terror y la violencia que se cometía hacia su persona; ya que sus labios son forzados a permanecer en silencio por un extraño sujeto que lo golpeaba y rompía su ropa.

Sus manos atadas sobre su cabeza se encontraban rojas y dañadas en un efímero intento de liberarse y, pensando mejor, pateo a su atacante al verse una nueva marca morada sobre su pálida piel.

- Basta... ya no... - rogo, posteriormente de morderlo para intentar gritar desesperado para que no lo viole nuevamente y que alguien pudiera ayudarlo.

- ¡Cállate putita! - El hombre lo golpeo tan fuerte que lo dejo aturdido, y entonces le quitó la ultima prenda que le quedaba pero una patada hacia su estomago lo separa de su presa, calleándose a un costado adolorido. - ¡¿Quién demonios!? -

- ¿Eres Jonh Pohl? - El chico que lo había pateado, ahora lo apuntaba a la cabeza sin ninguna emoción.

El mayor tembló ante el chico que lo apuntaba, reconociéndolo casi al instante las cicatrices que mostraba desde su ante brazo hasta su mano. Todo el que se atrevía a involucrarse en el bajo mundo sabía que si se topaba con un adolecente vestido de negro y cicatrices, su cabeza tenía un precio.

- Mierda... MAX... Te pagare el doble si me dejas con vida... ¡O s-solo dame un precio, pero no me mates! - El sujeto desesperado y antes de que pudiera rogar nuevamente por su vida, una bala de una arma 9 mm, y casi sin hacer ruido, se alojo entre sus cejas.

El chico maniatado ahogo un grito al verse salpicado por la sangre de quien minutos antes lo estaba golpeando. Observo como el asesino se le acercaba con pasos lentos, el muchacho se veía menor que él pero muy alto; vestido completamente de negro, con los puños de la camisa enrollados hasta los codos; sus ojos obscuros como la misma noche, eran tapados por su cabello castaño que caía sutilmente cubriéndolos. Antes de que el maniatado pudiera decir algo este se desmayo por la pérdida de sangre y el terror de todos los acontecimientos.

El homicida conocido como MAX pensó unos minutos antes de gruñir y tomar al joven desmayado, no sin antes guardar su arma, y caminar lentamente fuera del callejón.

No paso mucho para que un muchacho moreno llegara a una fabrica "aparentemente" abandonada, un viejo edificio a las afueras de la ciudad, estaciono su auto y antes de salir observo por el espejo retrovisor, en el asiento trasero estaba un chico desmayado y aun sangrando por la cabeza, cubierto por su saco, negro y largo; y ya sin ninguna atadura. Maldiciéndose, soltando un gruñido salió del auto y se encamino al viejo edifico.

Tratando de ignorar todo el mundo se encamino directamente a gimnasio del edificio, observo que dos de sus colegas se hallaban fumando y charlando de sus próximos trabajos, uno moreno alto y un chico bonito, como él de rasgos orientales.

- HERO... - Llamo el muchacho moreno sin mostrar ninguna emoción.

- Max ¿Estas herido? - El chico bonito y pálido tiró el cigarrillo y fruncio el ceño al ver la mancha de sangre que traía el menor en su camisa.

- No, solo necesito que te ocupes de una cosa...- Murmuro recelosamente y se inclino levemente ante el moreno. - Capitán U-know termine mi misión ¿puedo llevármelo? - Para todo el mundo la relación de Hero y U-know era secreto, a excepción del menor que lo conocía desde que había iniciado su carera de sicario hace más de 6 años.

- ¡¿Cómo nuestro niño es tan serio?! Deberías decir "Appa me llevo a Umma, te lo devuelvo luego". - Murmuro el mayor jugando con el menor, provocando que los dos morenos formaran una pequeña (casi imperceptible) sonrisa.

- Puedes llevarte a Umma, pero que vuelva antes del amanecer. - ordeno el capitán una amplia y brillante sonrisa antes de despedirse del menor revolviéndole el cabello, y de besar levemente a su mayor.

- Grr... Son un par de melosos...- Se quejo fingiendo desagrado.

Y asi tan rapido como llego se marcho junto con Hero.

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