MDI 16.2º

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{Narra Aitana}

Aitana. Oye pues el sitio está bien eh, es bonito, verde...- Dije observando cada ángulo de aquel lugar
Cepeda. Privado...- Susurro tirando de mi cadera pegándome a él ¿Cuando había tirado el cigarro?- Estas muy sexy con mi ropa- Dijo dándome la vuelta haciendo que quedáramos realmente pegados- ¿Por que no reconoces tú que te pone cuando fumo?- Me susurro al oído mientras apretaba mi culo entre sus manos
Aitana. ¿Como sabes eso?- Dije en una risa quedándome muerta
Cepeda. ¿Crees que no vi nunca como me mirabas en la academia a través de los cristales cuando lo hacía?- Dijo separándose un poco para poder verme la cara y poder disfrutar un poco de mi asombro
Aitana. Eres un tonto- Dije pegándole un pequeño golpe a punto de quitarme pero entonces...
Cepeda. De eso ni hablar- Dijo devolviéndome a él poniendo mi rodilla en lo alto del coche haciendo que su entrepierna y mi feminidad estuvieran bastante pegadas por lo que no me contuve y empecé a devorarle los labios
Notaba como sus latidos iban aumentando y su entrepierna creciendo mientras me frotaba encima de ella jugando con nuestros labios, sentía sus manos apretar mi culo y su respiración caliente mezclarse con la mía haciendo que se quedara un pequeño vaporcillo entre nuestras narices.
Cuando menos lo esperaba se separó de mi para empezar a morder mi cuello cosa que él sabía que me provocaba bastante por lo que me impulsé con mis manos en sus hombros y poniendo la otra rodilla en lo alto del capo del coche por lo que quede completamente abierta encima de él.
Podía notar como su entrepierna iba aumentando chocando con la mía a través de los culotes mientras su lengua seguía pasando por cada rincón de mi cuello hasta que me quito su jersey y me tendió encima del capo del coche.
Notaba su torso desnudó desde hace segundos que le quite su camiseta chocar contra mis pechos cosa que hacía que me estremeciera más y no parara de frotarme junto a él.
Entonces no me lo pensé dos veces y lo hice, me incorporé un poco y le desabroché los pantalones para adentrar mi mano en ellos y poder causarle la cara de placer que estaba poniendo ahora mismo pero claro, él no se iba a estar quieto por lo que empezó a acariciar mi feminidad por encima de los culotes haciendo que dejara caer mi frente en la suya agotada por tanto placer.
Aitana. Luis...- Gemí intentando articular una frase pero el aumento la velocidad haciendo que no pudiera más por lo que yo aumente la mía también- Al... A-Al
Cepeda. Aitana...- Gimió con los ojos cerrados por el orgasmo
Aitana. Al coche ah... Al coche yaa- Dije entre gemidos
Pero solo bastó que dijera eso para que paráramos los dos y me cogiera para llevarme a los asientos traseros del butanito.
Cuando abrió la puerta me tendió cuidadosamente para que no me diera con la puerta, no tardo ni dos minutos en bajarme la poca ropa que me quedaba y a él sus pantalones para, al fin, poder entrar en mi.
Escuchaba sus gemidos casi sordos en mi oreja por cada embestida y eso me ponía más, escuchar como mi nombre salía de su voz ronca me hacía querer más...
Cuando terminamos me puse su camiseta ya que me gustaba como me sentaba aquel color púrpura y como olía a él, también se la robaría

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