Peso Cabal

Contra la cultura de descarte

Todos poseemos necesidades físicas e intelectuales, emocionales y espirituales; que de cierto modo al no poder satisfacer nos vuelven vulnerables a la queja, demanda e incluso a la manipulación. Toda necesidad tiene un trasfondo, pero ella no justifica ninguna acción. Por eso es que no debemos juzgar a primera vista ni considerar libre de culpa al que comete infracción.

La justicia, como representación masculina, es dar a cada uno lo que le corresponde; y la equidad, como femenina, a cada uno lo que merece. Juntas forman una balanza que pesa la acción y su trasfondo, con la posibilidad; no de declarar un acto menos culpable, sino prescindible cuando pese más el trasfondo que la acción.

"La balanza falsa es abominación al Señor, pero el peso cabal es su deleite". A Él le agrada la misericordia pero no patrocina desobediencias. Igualmente el Papa Francisco explicó la profunda relación que existe entre justicia y misericordia con estas palabras: "La justicia puede triunfar, sólo si el culpable reconoce el mal que ha hecho y deja de hacerlo... porque es perdonado y ayudado a encontrar el camino del bien." Aquí está justamente el peso cabal que agrada a Dios, el perdón; el cual vincula prescindir de una ofensa a alguien por misericordia... y por ende, comparándose con el matrimonio, es el vínculo que une justicia y equidad, y solo se puede efectuar frente a la responsabilidad.

Ser responsable es afrontar lo que se hizo y tener dominio propio ante lo que se vaya a hacer, no causándonos privaciones o negatividades, sino reconociendo que elegimos y actuamos mal. Asumir tus acciones no siempre te garantizará el perdón de los demás, pero si te dará paz espiritual.

La justicia puede fracasar, si el culpable no reconoce el mal que ha hecho ni deja de hacerlo... porque es perdonado y no es ayudado a encontrar el camino del bien. Esta es la balanza falsa, abominación que nos ha sumergido en una cultura de descarte que profesa el camino fácil como la mejor opción. Nuestro alrededor nos puede influenciar, pero las decisiones que tomes te definirán. El que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho, pues las experiencia en las pequeñas cosas nos otorga disciplina para las grandes... no se pierde nada asumiendo responsabilidad, al contrario, se gana.

Ser libre, no es tomar el camino fácil, sino decidir ser mejor. Solo con responsabilidad y misericordia en las pequeñas cosas, manifestaras ese peso cabal de justicia y equidad.