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Cada vez que Gaby me habla o me mira, me siento estúpido, ajá estúpido por qué me la quedo viendo. Ella ya se a dado cuenta de que me gusta, pero aún no me a dicho nada, prefiero que las cosas vallan calmadas y serenas, para que así pueda funcionar si es que llega a pasar algo.

-Hola nena.- Respondí

-¿Paso algo? Me encontré en el pasadizo, y estába pasando por su costado y me empujó.

-¿Que? Ese baboso te empujó. Esta bien que a mí me diga y me haga de todo, pero no voy a permitir que le haga daño a la persona más importante de mi vida.

-Alonso, cariño no quiero que le hagas nada, no quiero que pelees con el.

-No Gabriela, esto no se queda así, está bien que se meta conmigo, ¿pero contigo? Que mierda le pasa a ese idiota.

-Alonso! Ya, no hagas nada, no ganas nada vengando te, pueden solucionarlo de otra manera.

-Cariño no voy a dejar que te hagan daño (la abrazó) te cuidaré, pase lo que pase te lo prometo.

-Alonso, sabes que odio la violencia.

-Solo hablaré con el bebé, sólo eso.

El timbre ya había sonado, y todos se quedaron boquiabiertos viendo a los dos "amigos" abrazarse. Empezaron a pensar que quizás ellos eran novios.

-Alonso, sabes que todos nos están viendo?.

-Lo siento. Jajaja disculpa no me había percatado de eso...

-Tranquilo pequeño. Suele pasar.

-Vamos a sentarnos.

Mientras ellos caminaban cogidos de la mano, escuchaban murmullos, sacando ideas algo locas, pero quién sabe, quizás Gabriela corresponda a los bellos sentimientos del Hada.

DEL ODIO AL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora