Loving After Death

「  .  .  . 」O n e      S h o t ❲  ;;  ❳ ─ 🌻

Soy Jimin y soy un hada, pero no me malinterpreten, no tengo alas, ni visto de rosado como todos creen, eso sí, tengo magia y soy un hada con mucho positivismo.
Mi deber en la tierra es ayudar a fantasmas. Sí, a fantasmas, esos que te asustan en la noche o día. Pero, ¿por qué soy un hada? Trataré de explicarlo, así que presten atención. Después de morir te puedes convertir en tres cosas: ángel, hada o fantasma, esto puede depender de cómo mueras y los asuntos que dejaste en el pasado. Por ejemplo:
Si moriste accidentalmente o intencionalmente, no tienes ningún rencor hacia alguien y no
tienes nada pendiente, te conviertes en ángel y
vas al cielo.

Si mueres por accidente o fuiste asesinado y tienes algo pendiente, te conviertes en hada, pero si te suicidaste por alguna razón y tenías
algo pendiente, te conviertes en fantasma. Solo tienes dos años para sacar todo ese odio y remordimiento dentro de ti, si no lo logras te convertirás en un espíritu maligno o un demonio.

Ellos son espectros que hacen el mal en la tierra, ellos causan suicidio, insitan a la gente a cometer robo, entre otras cosas malas. Y mi trabajo es evitar eso, que los fantasmas se       
conviertan en demonios. Lo difícil es que ni los fantasmas, ni las hadas recuerdan cómo murieron, ni las cosas que tenían pendiente, eso es lo que complica mi misión. Hoy recibí una carta de  parte de "Layson", es un espíritu  blanco, se puede decir que es un ayudante del  cielo. Él me entregó una carta con el nombre del fantasma que ayudaré. Esta será mi tercera misión, al llegar a la quinta  vez ayudando podré ir al cielo. También hay otra forma de ir al cielo, que es hacer lo que tenía pendiente en mi otra vida, pero para ser sincero  eso es más difícil. En la carta dice que es un fantasma muy frío y que lo podía encontrar en la preparatoria “Yonsei”.

Por lo regular los fantasmas se ocultan en  puentes, callejones y  como en este caso en preparatorias. Esta preparatoria solo tiene alumnos en la mañana y en la noche los fantasmas merodean por los pasillos. Fui hasta la preparatoria y abrí la puerta principal para luego gritar:

—Hola, busco a Yoongi — lo dije gritando.

En eso se acerca un chico de piel blanca
cabello negro y alto, vestía un buso negro con jeans rasgados.

—Oye, no grites —dijo fastidiado.

—¿Eres Yoongi? —con un tono agradable.

—Sí... ¿Qué pasa? —frío como el hielo.

—Ten —le entrego la carta.

Luego de leer la carta que le entregué dice:

—¿Es en serio? Aquí dice que me ayudarás. 

Le sonrío y procedo a presentarme:

—Yo soy Jimin, soy el hada que te viene ayudar.

—¿Qué? Las hadas no se suponen que tienen alas, no las veo— dijo buscando detrás de mi espalda.

—¡Oye!, esos son los ángeles —le regalo una sonrisa, por su gracioso comentario.

—¿Sabes qué? En vez de perder tu tiempo conmigo deberías ir a ver los dientes de los niños —bota la carta al suelo.

—Yoongi, ese es el trabajo del ratón Pérez, es un buen amigo mío. ¿Por qué todos creen que las hadas son así?

—Las hadas no son así—sentencié recogiendo la carta que se encontraba en el suelo.

—Eso sí, tengo magia—le enseño mis manos.

—Qué bien por ti, chao —se aleja.

Antes de que se vaya le dije: