Solo es mi jefe

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  Era una mañana en la casa de los Hirokimi, el señor Johnny estaba en el trabajo y dejó a cargo a su hijo para la elección de una nueva sirvienta para el hogar. Le había dicho que necesitaba que fueran 3 chicas para toda la casa, ya tenían a una y faltaban 2. Tenían que ser jóvenes y que una se pusiera a hacer la limpieza y la otra los alimentos, ya que la primera tenía el deber de educar y cuidar a el Joven.

Pasadas algunas entrevistas no encontraban a la chica perfecta para el trabajo en eso llegó una joven de ojos diamante y pelo castaño claro, que solicito el empleo para hacer la limpieza. El joven la miró de arriba a abajo y después de la observación extendió su mano para estrechar la mano de la chica. Le hizo señas a su nana para que le diera la ropa y le dijera las reglas a la chica.

Ya caminando por la casa la joven veía con asombro aquellas pinturas de acrílico que colgaban de las paredes de cuarzo. El suelo de madera color marrón que combinaban con los adornos, alfombras y muebles. Los cristales de las ventanas estaban limpios y el marco de oro alrededor de la ventana.

- Vaya que bella vivienda tienen - Exclamó la chica.

- El padre del joven Hirokimi trabaja en la industria del petróleo, estudio derecho y de pequeño fue cantante - Mencionó la nana

- TANTO HIZO? - Gritó la chica con asombro

- Si señorita, venga por aquí -

La llevó a una habitación grande con una cama mediana, un baño y un armario donde se encontraba su atuendo para empezar a trabajar. La chica dio las gracias y fue a su hogar para traer su ropa y sus cosas. Lo que ella no sabía era que el joven Hirokimi tenía problemas de auto control y a veces tenía arranques que eran muy peligrosos.

Ya cuando la chica llegó a su nuevo hogar, se dirigió a su habitación que se encontraba a tres habitaciones de la del joven. Empezó a desempacar y ordenar su ropa en el gran armario que se encontraba en aquel lugar donde dormiría, sin darse cuenta que el joven entro en su habitación y cerró la puerta.

- Hola hermosa - Le dijo

- Hum? - voltea para ver quién le hablaba - Hola señor... -

- Dime Max preciosa - Se acerca a ella

- Jeje....si...señor no debería estar en su habitación descansando? - Ella menciono

- No tengo sueño - La toma de la cintura - Me dices tú nombre? -

- Soy Freddyan - Intentando quitar las manos del joven de su cintura.

- Que lindo nombre para una chica tan bella como tú - Acerca sus labios con los de la joven

En ese momento llegó su nana y los dos voltearon a ver, al mirar lo que pasaba se miró miedo y asombro en el rostro de aquella señora.

- Señor Max - Dijo su nana - Hágame el favor de volver a su litera y descansar

- Pero nana - Exclamó el

- AHORA!!! -

- Está bien - dijo con un poco de enojó - Nos vemos guapa - Le lanzó un beso

Ya cuando se retiró la nana abrazo a la chica la cual estaba aterrada y no hizo más que llorar. La señora se dirigió a su habitación y Freddyan quedó en la de ella con el miedo de que el señor Max volviese e intentará algo obsceno que no era su mayor deseo.

Las palabras de Max sonaban en su cabeza "Nos vemos guapa" pasaron un par de horas y después el sueño le ganó. Al día siguiente la joven se levantó de su cama y miró que no había pasado nada, solo vio una carta encima de su mesa de noche la cual abrió y decía así: 

La belleza que tú tienes no se copiaráY no hay nadie que como yo te amaráPor favor te pido que seas míaPara que seamos felices el resto de la vida
Y así la chica se dio cuenta que había más que relación entre jefe y empleado, que en realidad el tenía un sentimiento mucho más grande por ella de lo que creía.

Me enamore de mi enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora