CAPITULO UNO;
||UN MAL DIA Y CAFETERÍA OCULTA||
Desde que el despertador no sonó aquella mañana como lo solía hacer habitualmente, Jeongin supo que no sería un buen día. No fue hasta que llegó a la escuela que se dio cuenta de lo estúpido que había sido al haber salido de casa con lo primero que vio. Supuso que no se percató de que en aquel momento de desesperación tomo por consecuencia su pantalón de pijama rosa con puntos negro y su sudadera favorita—del mismo color anteriormente mencionado—, agradeció a todos los cielos el haber dejado una muda de pantalones en su casillero aquel día en el que seungmin le rogo por mensajes que le prestara los suyos. Se cambió como pudo en uno de los angostos cubículos del baño, y se resigno a perder la primera clase, después de todo, desarrollo personal no influía en las fichas de notas que entregaban cada fin de mes.— Jeongin, eres un imbécil —declaro su compañero de banco y mejor amigo, Kim Seungmin. A la vez que le pegaba sutilmente bajo la zona de la nuca— Debiste haber puesto alarmas consecutivas.
— Si lo hice —murmuro abultando sus labios mientras sobaba la zona afectada.— Hey, ¿Algo interesante?
— Nada, últimamente todo es un asco, como siempre —seungmin se encogió de hombros y sonrió mientras caminaban juntos hasta el patio de la institución. Se sentaron alejados de los demás, en un punto estratégico en el cual poder ver los tres distintos corredores de la escuela.— ¡Espera! —exclamo el chico de ojos risueños, sobresaltando a Jeongin, quién había estado observando el pequeño árbol que comenzaba a florecer en una de las esquinas del edificio B, no podrá crecer adecuadamente, se dijo a sí mismo al ver que un poste obstruía la mitad de su camino.— ¿Recuerdas a aquel chico, ese que te molestaba cuando pequeño por tus dientes torcidos?
Jeongin hizo una pequeña mueca de disgusto al oír aquello, la mañana ya había sido lo suficientemente mala como para que a esas alturas recordara al Bully de su infancia.— Un hijo de puta más.
— ugh, ¿Tu mamá sabe las groserías que salen por entre aquellos lindos aparatos instalados sobre tus dientes? —una ceja alzada y una fuerte palmada en el muslo fue lo que recibió a cambio el entrometido de su amigo.— ¡Maldición! Deja de ser tan bruto. —fingio llorar y sonrió cuando recordó en lo que iba— bueno, da igual si lo recuerdas o no. Tendrás todo este año para recordarlo después de todo.
Jeongin noto el tono de burla que había utilizado su mejor amigo, frunció el ceño y lo observo cuidadosamente— creo que no entendí esa referencia, ¿Que quieres decir?
— me refiero a que regreso a la ciudad y al parecer, ha quedado en nuestra clase. —el chico comenzó a reír al ver como el rostro de su mejor amigo se había deformado debido a la noticia.— hey, vamos. No te pongas así, de seguro y nisiquiera se acuerda de ti.
— ¿Tu crees? Que horrible, pensé que este año sería uno de los mejores, pero al parecer me equivoqué.
— eso es tan cliché —seungmin rodó los ojos y sonrió ante su amigo— además, estamos en nuestro penúltimo año, ugh, aún más.