WHEN LOVE EXPIRES?

-. CALLAR.-

Era una noche fría y lluviosa en la baker street, tras una aburrida jornada en la clínica, con pacientes dramatizando hasta el menor de los síntomas de un resfriado; no le apetecía otra cosa que llegar a la calidez de su hogar, pero no de su piso, si no de aquel, que compartía con aquella persona que juro siempre amaría

- ¿Fumaste?, ¿acabas de fumar, verdad?- no había ni dado dos pasos dentro de la habitación cuando pudo ver aquel cenicero que habían hurtado del palacio de Buckingham, y peor aún, un par de jeringas se asomaban alrededor del cesto de basura

-¿Por qué lo dices así?- Sherlock no se había ni molestado en levantarse de su sofá, mantenía las piernas estiradas, mientras que con sus manos unidas, cubría parte de su nariz y boca, sin duda, divagando en las profundidades de su mente

 -Porque es evidente. Huele desde afuera!!!-

-¿Y?-

-Hay niños en el edificio, ¿no te da pena?- intentaba no gritarle - qué hay de la Sra Hudson?

-¿Pena? Si no tiene nada de malo. Pongo un incienso y ya está, además la sra Hudson salió desde temprano-

-No todo se arregla con un incienso Sherlock!!, tan solo mírate, fumando!! y como si fuera poco metiéndote no se que cosas, y la lista? dónde carajo esta la lista?-

-¿Qué te pasa? Soy como soy. Nunca te he mentido- estiró su mano, señalando un pedazo de papel, clavada en la chimenea, con el listado de las sustancias ingeridas

-No te puedes excusar en tu sinceridad- tomó el papel, pasando una mano por su cabello, dios, esto era todo un cóctel para pasar al otro mundo -Dices todo, dices tanto, que parece que...-

-Digo lo que quiero decir, John-

-.. es para justificarte, para que no me pueda quejar-

-¿De qué te quieres quejar? Llegas y ni siquiera me saludas- 

-Porque huele a cocaína!!! porqué te has metido más veneno a tu sistema, que en tus peores momentos!!!

-Y qué? ¿Qué que huela a cocaína? Es mi casa- cortó el sermón al que daba inicio el rubio

-Pensé que querías que fuera nuestra casa- exclamó dolido

-Tú no quisiste que fuera nuestra casa. No vives conmigo- el tono amargo en su voz no se pudo evitar -¿A qué viene esto?, ¿qué te pasa?-

-Ya no sé si quiero esto- John se movía de un lado a otro en la habitación, relamiendo sus labios, sin duda bastante cabreado

-Ok.-

-¿Ok qué?-

-Pues si no sabe lo que quiere doctor.-

-Digo que estoy confundido, que todo esto ha sido...- tomó asiento frente al de ojos bicolor, cuando le vio enderezarse

- Como quisimos John. Ha sido como los dos quisimos-

- Ha sido demasiado intenso, demasiado pronto, demasiado todo-descanso su barbilla entre sus manos

-Tú fuiste el que hablaste de amor!!! Tú fuiste el que dijiste siempre!!!- no lo quería, pero así era él, impulsivo e inexperto cuando se trataba de sentimientos, cuando  de se trataba de amor, y de ese nudo en la garganta que comenzaba a crearse en su garganta

-Así lo sentí. Me equivoqué, pero en ningún momento te mentí- a John le partió más ver la expresión de Sherlock, de aquel hombre frío e inexpresivo a su parecer, en estos temas

-No te entiendo John. Me confundes-

-No vayas a llorar, por favor- más que un simple comentario, pareció una suplica

-No voy a llorar- 

-Quiero decir que, me equivoqué en expresar esas cosas tan pronto. Fue un impulso, no me pude controlar. Pero  Sherly yo...-

-No me digas Sherly!!. No me digas que me quieres mucho!!, que me aprecias, porque no es suficiente!!!. ¿No estás seguro de estar conmigo?, ¿tienes dudas? Está bien, muy bien. Entonces se termino. Yo no quiero estar con alguien como tú. Hablas de amor, dices "siempre", y de repente algo pasa. Algo que ni siquiera sé que es. Y todo cambia. Tú cambias. Y ni siquiera sé qué hice mal- por primera vez en tantos años, ese perfecto rostro se descomponía ante sus ojos

-No eres tú, es que...-

-¿Te enamoraste de alguien? Dímelo, pero no me mientas. No me digas que estás confundido

-No, no es eso- se sintió avergonzado

-¿Entonces?, ¿qué es John?-

- Yo....  no sé qué decir. Lo siento.-

-Cuida tus palabras Watson. Lastimas-

-Lo siento, lo siento mucho- buscó dentro de su chaqueta -Supongo que te tengo que dar esto, tus llaves.- extendió sus manos hacia el mayor que veía por la ventana

-Supone bien Doctor-

- Yo...

-Si no sabes que decir, si no tienes algo bueno que decir. Mejor ya no digas nada John. Recoge tus cosas-

- Sherlock, yo...no quise hacerte daño-

-Qué chistoso- no pudo evitar reír ante esas palabras

-¿Qué? ¿Qué es chistoso?- esa risa, le hizo sentirse completamente desconertado

-Nada. No importa- sus dedos delinearon el violín que descansaba sobe la mesa

- Dime-

-Me encontré con mi ex, con Moriarty. Pude irme con él. Pero pensé "me vale más el presente, lo que estamos construyendo" y resulta que no estamos construyendo nada. Que son, que eran puras chaquetas mentales- intentó en vano, pero terminó alzando la voz

- No sé qué decir-

-¿Terminaste de recoger tus cosas?-