El señor petisu de chocolate

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E RA LA mejor tarta de boda que sakura había decorado nunca, pero ya no iba a haber boda. La boda de sus sueños. La boda que había planeado y deseado durante más años de los que quería contar.Miró la tarda de tres pisos con pétalos de azahar intercalados que había tardado horas en elaborar. Eran tan realistas que casi podían olerse. El delicado encaje que rodeaba la tarta le había llevado mucho tiempo. Incluso le había puesto a la novia de mazapán que coronaba el conjunto su cabello castaño claro, los ojos marrones y el tono de piel pálido, y había utilizado un poco de la tela del vestido de novia y del velo para vestirla igual. Aunque… se había permitido una pequeña licencia con el cuerpo de la novia, haciendo que pareciera que pasaba horas en el gimnasio en lugar de en la cocina rodeada de deliciosas tartas que tenía que probar para conseguir el equilibrio justo de sabores. El novio era igual que deidara, rubio y de ojos azules… aunque el esmoquin que le había pintado encima ahora estaba lleno de agujeros. Sakura agarró otro alfiler y lo puso en la entrepierna del novio.
–Toma, traidor. ¿Quién hubiera imaginado que las figuritas de mazapán podrían ser tan buenas muñecas de vudú? Tal vez podría hacer otra línea de negocio para novias abandonadas elaborando tartas con la figura de sus ex. –Oh-oh –Ino, su ayudante, entró en la cocina– . Tu cliente favorito te está esperando. Tal vez debería advertirle de que ahora mismo estás en contra de todos los hombres. Sakura se apartó de la tarta para mirar a Ino. –¿Qué cliente? A Ino le brillaban tanto los ojos que parecían diamantes. –El señor petisú de chocolate. Sakura sintió cómo se le calentaban las mejillas más deprisa que el horno de cocer. Durante las dos últimas semanas, cada vez que aquel hombre entraba en la pastelería exigía ser atendido por ella. Siempre la hacía sonrojarse. Y siempre quería lo mismo: uno de sus petisús de chocolate belga. No sabía si enfadarse con él por hacer que se pusiera roja o por ser capaz de comerse un petisú de chocolate al día y no tener un gramo de grasa. –¿No puedes servirle tú por esta vez? Ino sacudió la cabeza. –No. Quiere hablar contigo y me ha dicho que no se irá hasta que lo haga. Sakura frunció el ceño. –Pero te dije que esta tarde no quería interrupciones. Tengo tres tartas de cumpleaños infantiles que decorar y luego ir a visitar al señor Pendleton al centro de descanso. Le he hecho su dulce favorito. –Este tipo no es de los que aceptan un «no» por respuesta –aseguró Ino– . Además, deberías ver lo impresionante que está hoy. ¿Dónde diablos mete todas las calorías que le vendes? Sakura volvió a girarse hacia la tarta y puso un alfiler en el ojo derecho del novio. –Dile que estoy ocupada. Ino dejó escapar un suspiro. –Mira, Sakura, ya sé que fue duro para ti que Deidara te dejara, pero han pasado tres meses. Tienes que seguir adelante. Creo que le gustas al señor petisú de chocolate. 
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Bueno hasta aqui mi primer capitulo la historia no es mia, es una adaptacio  n, espero que les guste tratare de actualisar 3 veses ala semana. Si les gusto comenten ✋✒

Compromiso Incierto */Sasusaku\*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora