Un dia enfermo

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La estancia de un edificio es un completo misterio. Tanto así que entre dos departamentos vecinos había dos especies de Tragaluz en la pared de cristal semi polarizado, uno de ellos en la parte superior y otro en la inferior, en el cual se podía escuchar a la persona del otro lado.

En aquellos departamentos eran vecinos Nakahara Chuuya y Edgar Allan Poe, la mayoría de las veces que se ponian a platicar era a travez de esa pared, muy pocas fueron las veces que se vieron en persona, pero eran gratos los ratos que tenían. Se ganaron la suficiente confianza cada uno como para llamarse amigos.

-Oye poe! No quieres brindar con una botella de vino que tengo?- Se recargo en uno de los pilares que unía la pared, mientras que con su poder pasaba flotando una copa de vino al otro lado de la pared. -Y no aceptaré un "No quiero"

Poe se acercó a dicha pared y tomó la copa antes de que el contrario desactivara su poder. - Sabes que no me gusta tomar vino muy seguido, tu tomas esto como si fuera agua-

Al escucharlo supo que debía desactivar su poder para que tomará su copa. - Si fuera por mi, la tubería de mi casa soltaria vino

- Ni que fueras Jesús para convertir el agua en vino- Dejó  la Copa de lado, ya que enserio No quería tomar vino.

-No estaría mal~ aunque no tengo ese poder -Soltó una leve risa mientras seguía tomando de su copa - Quieres más? O todavía no te acabas tu copa?

- Morirás por borracho y eso lo sabes, pero no gracias, ademas eso me recuerda, quieres que te meta en mi nueva novela ? - Dio un leve trago de su copa-

-NI LOCO ME METO! QUIERES QUE MUERA!

- No mueres por estar en una de mis novelas

- Dije que no! Oh vas a probar mi puño a través de esta pequeña pared - Terrmina de tomarse su copa y se sirve nuevament.

- Jajaja esta bien, sólo quería imaginarme tu reaccion

- Ya te dije que eres bienvenido a visitarme, aunque siempre pones muchas excusas con todos tus libros y Karl

- No son excusas, es sólo que no me siento comodo.

- Y que sólo prefieres la comunicación a traves de esta pared, por que no me ves y te sientes más seguro de ti.

-Exacto ~ - Dio un trago largo a tal de acabarse el vino de la copa - Chuya, si yo llegará a desaparecer... Me extrañarias?

Al mafioso no le extraño mucho la pregunta ya que el otro siempre lo cuestionaba de esa manera - Como no extrañaría a mi compañero de copas y su ladrón que viene a robarse todas mis galletas de mi centro de mesa-

- También tu, como dejas galletas a la vista ? - Se empezó a reír con su comentario de Karl.

- Oye~ es mi casa, puedo dejar mi comida en donde quiera

-Tienes razón, pero pasa la botella por debajo, al fin y al cabo ya estoy empezando a tomar

-Eso es todo! -Pasa la botella rodando por la parte de abajo, donde el escritor se termina sentando en el suelo contra esa pared, lo cual misma acción lleva acabo el mafioso.

- Vaya~ es una botella nueva?

-Algo si~ fue la primera botella de vino que compre cuando salí de compras.

- No deberías gastar así tu dinero.

- Es mejor gastarlo en vino y tu no tienes derecho de hablar sobre dinero mal gastado.

-Okey señor exigente - Terminó por llenarse otra copa, mientras le devolvía la botella. - Y dime, es que acaso el mafioso no tiene trabajo pendiente que hacer ?

Un Día EnfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora