XIV

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Abrí poco a poco mis ojos... 

Me dolía mi nariz, observé a mis alrededores para ubicarme en donde estaba, tenía unas cadenas en mis muñecas.

—Al fin despiertas bella durmiente—mostró una sonrisa en su rostro y se incó para estar a mi altura. Temblaba mi mandíbula y sí, era por miedo—Oh no cariño—acarició mi mejilla—No me tengas miedo, debes de temer a esas bestias que los llaman vampiros, nosotros los brujos y brujas somos unos seres puros. Tus padres tenían una idea de sacrificar a su familia por tener a los ancestros contentos—
—¡No! Mis padres no lo harían, ellos nos amaban.
—¿Crees eso?—asentí—Ellos tuvieron una tradición, seguir la línea de la cosecha, así que, querían sacrificar a la menor de los Deveraux, en esté caso tú...—me señaló—Pero mi padre les dijo que no, ya que Blake sería ideal para unir a su querido hijo Kai y tus hermanas apoyaron la idea... Y aquí estás, viva y con una gran cantidad de magia corriendo por tus huesos que quiero en mi poder—

Tragué en seco, ¿Mis padres me querían muerta? ¿Acaso Marcel los corrió por esa situación o algo más que correría las vidas de algunos inocentes? 

—Ven, tenemos que dar una vuelta.

Me levantó del suelo, pero aún tenía las cadenas, no podía hacer magia gracias a estos objetos oscuros. Sentí su mano en mi cintura y caminamos hacia afuera, estábamos en una cripta de una familia desconocida. No sabía a donde nos dirigimos, estaba muy golpeada tanto psicológicamente que físicamente, sentía la sangre seca arriba de mis labios. 

—Algo tan aterrador puede tener un destello de belleza ¿No crees Blake?

Me guiñó un ojo, seguimos caminando o mejor dicho, jalaba las cadenas. Desearía descansar un poco o tomar un poco de agua, llegamos a unos escalones en dónde iba a ser sacrificada la pequeña Hope y me tiró al suelo.

—¿Qué quieres de mí Kai?
—Nada querida...—abrí los ojos un poco más, tomó mi barbilla entre sus manos frías—Solo quiero tu poder circulando por mi cuerpo y seré el líder del aquelarre Géminis ¿Conoces a mis hermanos? De seguro que sí, se llaman Lucas y Oliva...—
—No, claro que no.
—Mientes querida.

Se separó de mí para regresar a su postura erguida, levantó su mano hacía mí, cerró los ojos y uso el lenguaje latín contra mí. El aire no entraba en mis pulmones, me llevé mis manos al cuello, tratando de respirar y mis sentí un líquido recorriendo mis mejillas, no eran lágrimas.

—Se qué los conoces ¡Dímelo!

Siguió con la tortura, quería que parará, no quiero reunirme con mi familia tan pronto, hay tantos secretos familiares que tengo que descubrir.

—¡Déjala!

Una chispa de entusiasmo saltó en mi interior, sabía que era mi Kol salvandome y que me llevaría en sus brazos... Pero fue un sueño guajiro, era Zachary. Saltó desde una cripta, Kai término con la tortura, tomé aire desesperada, él tomó el cuello del brujo sicópata, lo estaba distrayendo y apareció una bruja atacando a Kai para dejarlo inconsciente.

Solo hizo un chasquido y el cuerpo de Kai cayó al suelo, ella solo me guiñó un ojo y salió de mi vista. Ha de ser de New Orleans, Zachary buscó las llaves en la chaqueta de Kai, las encontró y caminó hacía mí para abrir las cadenas que detenían mi magia. Cuando me las quitó, no pude resistirme a abrazarlo.

—Zac, gracias por ayudarme.

Su mano se posó en mi espalda, yo quería a Kol pero una ayuda no se niega.

—De nada Blake.
—¿Como supiste que estaba aquí?
—Davina me avisó, así que usé mis contactos.

Me separé de él.

—De nuevo gracias.

Asintió, rodeó mis hombros con su brazo y caminamos hacia la salida. Necesito hablar con Marcel esté asunto que mencionó Kai, al salir, noté a las chicas con Kol. Mi corazón se paró por un momento, quería besarlo con pasión enfrente de todos pero se debe de ocultar el secreto.

Me soltó Zac, Caroline fue la primera en abrazarme, Elena, Davina y Bonnie se unieron al abrazo.

—Pensé que te encontraríamos sin vida Blake.
—Que positiva eres Caroline.
—Lo siento, nadie quería ver la ira de Klaus.
—Cierto—nos separamos—Kai está en busca de Liv y Luke, tenemos que hacer algo—le mencioné a las chicas.
—Necesitamos perderlo en un mundo o hacerlo desaparecer para que nunca los encuentre.
—Sí, exacto

Hice unas muecas para que se llevarán a Davina y Zachary de aquí.

—Bonnie, tenemos que tomar el cuerpo de Kai— dijo Elena tomando el hombro de nuestra amiga.
—¡Cierto! Zac es vampiro, les puede  ayudar y Davina puede ponerle un hechizo para que no despierte, ella es excelente.
—¡Excelente plan!—dijo entusiasmada Caroline—Vamos chicos, Kaleb ¿Puedes llevarte a Blake a la mansión? Para que Klaus esté un poco más tranquilo—
—Si, claro— se acercó Kol para tomar mi mano y tomarme de la cintura—Nos vemos en la mansión—

La cara de Zachary estaba sería, Davina asintió y tomamos el camino a casa. Después de dar vuelta en una calle, dejamos la formalidad de amigos y lo abracé una forma desesperante.

—Blake... Pensé que estabas muerta, no quiero perderte.

Sus manos acariciaron mi cabello y beso mi frente.

—Yo... Tenía miedo, pero he superado una prueba.
—Dios, tu cara está fatal, tenemos que llegar a casa pronto para darte un baño.

Me dió un beso en los labios, seguimos el camino abrazados, hasta ver la entrada principal, nos separamos un poco. Freya al verme, corrió hacia mí y siguió Klaus.

—¡Blake!

Ahora estaba en los brazos de Klaus, se separó un poco para tomarme mis brazos y sacudirme un poco. 

—¿Acaso estás loca en salir sola? 

—Relájate Nick, ella sabe como cuidarse—dijo Elijah para llegar con nosotros—Me alegra que estes bien, con algunas heridas superficiales— acarició mi mejilla— Y gracias Kaleb, por ayudarla—

—Es un placer.

—Basta de elogios, Blake, debes de tomar una ducha—tomo mi brazo Rebekah para llevarme a las escaleras para subir al primer piso y dirigirme a su habitación. Me desvestí enfrente de ella y entré al baño—Así que... Kaleb te trajo a casa ¿Y las chicas?— 

Su cuestionamiento es muy peligroso, me relaje un poco mientras el agua caliente resbalaba por mi espalda y mis manos limpiaba el rastro de sangre en mi cara. 

—Atrapando a Kai en un mundo... Creó. 

—Ya veo, pero no evades la pregunta... ¿Qué hay entre tu y Kaleb? Recuerda que puedo usar compulsión.

Cerré la llave de la ducha, tome una toalla y la enrollé en mi cuerpo para salir del baño.

—Te recuerdo que soy bruja y no puedes. Kaleb y yo solo somos amigos.

—Eso crees tú, espero que digas esas mismas palabras después de un mes.

Y se levantó de la cama para salir de la habitación, si supiera la verdad acerca de Kol y está situación de cuerpos. 

Blake Deveraux |K.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora