Una Taza De Azúcar.

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Jimin siempre estaba metido en páginas de Internet que se trataban sobre citas. Y hoy no era la excepción a eso, ya había quedado de acuerdo con alguien para que viniera a su departamento y tuvieran un encuentro algo más íntimo.

El apodo de esa persona era Min Suga, se habían estado hablando por mas de un mes, y era cosa de todos los días, ya sea en el trabajo, a la hora de comer y por las noches, siendo esta el momento perfecto para ellos dos, pues habían experimentado el sexo por teléfono, los había calentado a ambos y ahora querían experimentar algo mas carnal, por eso hoy Jimin lo esperaba tal cual le había pedido Min Suga, totalmente desnudo y con solo un albornos de color verde menta.

Jimin ya no podía aguantar los minutos faltantes, estaba que se comía las pocas uñas que ya tenía, estaba realmente nervioso, pues, aunque ya faltaba poco, para él era eterno. Miro su reloj, solo cinco minutos más, aunque cabía la posibilidad de que Min Suga fuera alguien que no llegaba a tiempo a sus citas, tal vez había esa posibilidad. Pero también podía ser alguien que llegaba siempre puntual, ni un minuto más ni uno menos.

Jimin no conocía a Suga en persona y ni siquiera sabía cómo era, jamás le había pedido una foto, pues quería mantener el factor sorpresa. Por eso cuando el timbre de la puerta sonó, Jimin se levanto de un salto de la silla y camino hacia ella, pero no abrió de inmediato, se peino un poco su rubio cabello ondulado y se acomodo un poco mejor su alborno, carraspeo un poco y sonrió, abrió con cuidado la puerta.

Sus ojos no daban crédito a lo que veían, la persona frente a él era realmente hermoso, jamás se lo pudo haber imagina, incluso si lo intentaba imaginar eso no le haría justicia. Y no pudo aguantarlo, se tiro a los brazos del chico que estaba parado en la entrada de la puerta, él era mas alto, e incluso tenia un fuerte cuerpo, y eso lo descubrió al tocar su abdomen.

--Eres mas hermoso de lo que me podía imaginar, pasa, no sabes cuánto te necesito – hablo Jimin mientras arrastraba al chico dentro del departamento.

--No, veras, yo solo quería... --

--Esta bien, hoy al fin nos conocemos, eres mucho mejor de lo que yo había pensado, eres realmente la persona perfecta para mí, dime, ¿Cuál es tu verdadero nombre? – Jimin lo miraba con lujuria, quería probar esos labios rosados, quería que él le hiciera mil cosas.

--Ah, me llamo Jungkook, ¿Sabes? Yo solo venia por una... --

Y Jimin asintió, no quería perder más tiempo, incluso pensó que el nombre Jungkook era lo más hermoso que había escuchado jamás, por eso y mas Jimin se abalanzo hacia Jungkook, estampando sus carnosos labios, tomando algo desprevenido a Jungkook, quien no entendía muy bien que era lo que estaba pasando, pero sintió que esos suaves labios profanando los suyos eran los más delicioso que había probado, por eso le siguió el beso. Realmente Jungkook estaba confundido, pero no desaprovecharía un beso de un hermoso chico.

--Jungkook, por favor, hazme tuyo -- susurro Jimin entre el beso.

Jungkook lo miro realmente asustado y fuera de sí, ¿Había escuchado realmente bien? Ese precioso chico con cara de ángel le había pedido que lo tomara, él no entendía nada, pero las pequeñas manos de Jimin sobre el cuerpo de Jungkook hicieron que perdiera toda razón, por eso ya no pensó mas y cargo a Jimin en vilo, haciendo que las piernas bien estilizadas de Jimin rodearan las caderas de Jungkook, Jimin rio por el acto.

--¿Dónde esta tu habitación? – pregunto Jungkook perdido entre la lujuria.

--Sigue derecho el pasillo, la ultima puerta. – sonrió el rubio.

Jungkook lo beso con frenesí mientras empezaba a caminar, grabe error, pues hubo varios conatos de accidentes, el primero, se golpeo con la esquina de la mesita, el segundo, tropezó con sus propios pies y el tercero, se había golpeado el brazo en la esquina de la pared. Pero llego a la habitación, no miro nada a su alrededor, solo recostó el suave cuerpo de Jimin sobre la cama.

Una taza de azúcar - Oneshot - [KookMin] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora