Uniendo los puntos

Iniciación

INICIACIÓN

Naruto Uzumaki no estaba teniendo un buen día. No ¡olvídenlo!, Naruto estaba teniendo un día TERRIBLE. No es de sorprender quizás, dado que estaba lloviendo a cántaros y estaba mojado hasta los huesos. O que él había corrido más de treinta kilómetros sólo para llegar allí. O que él se encontraba en medio de un campo de batalla rodeado por los cuerpos heridos y sangrantes de sus amigos. O que las personas responsables de esto se encontraban pasando el bosque y eran los criminales más buscados del mundo.

Y no ayudaba en nada el hecho de que uno de tales criminales alguna vez fuera su mejor amigo.

"No están muertos, entiéndelo." Decía Sásuke Úchiha fríamente, sacando a Naruto de su estupor. "Aunque creo que matarlos hubiera sido muy fácil."

Los ojos de Naruto empezaron a enrojecerse. "Sásuke..."

"Querían detenerme" Sásuke interrumpió. "Les he dado unas lecciones para que sepan qué le pasa a todo aquél que intente hacerme eso. No es culpa mía que hayan decidido ser tan estúpidos." Sus ojos se entrecerraron suavemente. "Pero al menos ya saben que jamás regresaré."

"Sásuke, ¡ellos eran tus amigos!"

"Tch." Sásuke volvió su cabeza hacia arriba. "Yo soy un vengador. No tengo 'amigos'." Naruto notó a la chica pelirroja detrás de Sásuke hacer una pequeña mueca de dolor. "La gente desarrolla vínculos de amor y amistad, tales vínculos sólo me distraen de mi verdadera naturaleza. La oscuridad me fortalece. Vínculos de odio son lo único que puedo tener."

"Los dejaste vivir." Agregó Naruto.

"No me tientes," Gruñó el chico canoso al lado de Sásuke, exhibiendo una enorme espada.

Sasuke ignoró el arrebato del espadachín. "Eso lo hice para que te convencieras."

Naruto parpadeaba.

"Tú, Naruto, te has hecho poderoso, pero sigues siendo el mismo idiota de antes. Te rehúsas a confrontar la realidad. Fracasas al comprender que yo soy quien soy y quien quiero ser. No necesito ser salvado, ni de Orochimaru, ni de Mádara, ni siquiera de mí mismo. Como vengador, este camino es mi destino."

"¡No empieces a hablarme de esa basura del destino!" Gruñó Naruto. "Empiezas a sonar como Neji."

Sásuke negó con la cabeza. "Dobe. Aún no lo entiendes. Yo soy un Úchiha. Estoy destinado a ser dominado por el odio, estoy destinado a ser un vengador. Mi destino es luchar contra ti."

"No lucharé contra ti, Sásuke."

"Pues tendrás que hacerlo." Sásuke miró hacia un lado. "Por eso fue que dejé vivir a tus amigos." Dio un pequeño paso hacia adelante y curioseó con un pie uno de los cuerpos exánimes. El cuerpo dejó escapar un gemido débil.

Los ojos de Naruto se abrieron al máximo. "¡No...!" Dijo dando un paso hacia adelante.

"Hm." Respondió Sasuke, simplemente estudiando el cuerpo que estaba a sus pies, ignorando las miradas que su propio equipo y Naruto le estaban dirigiendo. "La recuerdo. No era la kunoichi más poderosa pero sí la más entregada. Cayó muy fácil. Se mantuvo en su sitio, aunque creo que la golpeé más de treinta veces. Es como tú en ciertas cosas." Frunció el ceño pensativamente. "Creo que incluso recuerdo a Zetsu diciéndome algo sobre ella y tú durante el ataque de Pain."

"Eh...Sásuke-kun...", susurró dubitativamente la pelirroja.

"Siempre te concentras en los vínculos, Naruto. Proteger a los tuyos, ¿ne? Alzó la mirada para ver a Naruto temblar de ira. "¿Ésta es una de los tuyos?"

Naruto no respondió.

"Y," Sásuke proseguía a medida que desenvainaba su espada y ponía su punta en la garganta de la chica, "¿puedes protegerla? ¿Hm?" Levantó una ceja.

Naruto lo miró, enfadándose rápidamente. Los ojos de la pelirroja se abrieron al máximo. El gigante a la derecha de Sásuke puso un semblante de inquietud. Hubo un largo instante de silencio en el bosque.

El cuerpo bajo los pies de Sásuke tosió repentinamente. "¿N-Naruto-kun...?" Pronunció roncamente.

Muchas cosas pasaron en ese momento. Naruto corrió hacia Sásuke gritando y brillando con un extraño chakra rojo. Sásuke agarró su espada y corrió hacia Naruto. Los compañeros de Sásuke, demasiado lentos para comprender qué estaba pasando, se echaron para atrás. Un par de ojos pálidos se abrieron y, atontadamente, se enfocaron en la batalla.

Algo alejado de la batalla, un hombre muy golpeado, sangrante y con cabellos plateados, se apoyó en un codo. Su ojo derecho se abrió, revelando un iris con tonos rojos y negros en un patrón espiralado.

"Kamui." Susurró.

El aire alrededor del campo de batalla fue invadido con una energía extraña. Las formas súbitamente empezaron a retorcerse, cambiar su apariencia y doblarse en extraños patrones espirales. Y luego hubo un cegador destello...

Y de repente todo se había ido. Campo, cuerpos, peleadores y amigos. El único que había quedado atrás era el peliplata. "Yo...yo no quería...que se fueran todos...". Kakashi Hatake, el Sexto Hokage de Konoha, colapsó en la fría piedra. "Ah, bueno. Espero...que les vaya bien..." fueron sus últimos pensamientos antes de sumergirse en la inconsciencia.

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En un callejón de Ciudad Gótica, hubo un brillante destello de luz y varias formas oscuras cayeron al suelo.

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En algún lugar en Hub City, un chico cayó a través de un hueco brillante y se estrelló en el pavimento.

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El parque de Jump City fue iluminado con una luz repentina que hizo materializar cuatro figuras.

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Tres guardias en un misterioso complejo subterráneo dieron un salto hacia atrás mientras un portal brillante llenaba el corredor y lanzaba hacia ellos varias personas.

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Y muy alto, en los cielos de Metrópolis, una esfera brillante de luz se materializó y lanzó tres personas en dirección al suelo.

A medida que caían, la chica delgada y rubia del grupo abrió los ojos. Por un momento miró las luces que se acercaban lentamente.

Sus ojos se abrieron de par en par. ¡Wou!