SeokJin despertó con un pequeño escalofrió, viendo nada más que oscuridad. Estaba sentado con las rodillas al suelo, descalzo, tenía las manos atadas por detrás de su espalda y una venda que cubría sus ojos. No tenía idea de dónde estaba o qué demonios estaba pasando, aunque claramente podía oír el eco de su respiración en aquella fría y solitaria habitación. Se removió inquieto tratando de liberarse, pero no lo logró.
— ¿H-hola? ¿Hay...Hay alguien ahí? — El miedo y la confusión estaban presentes en su voz. Recordaba que había ido a dar un paseo por el bosque, y que simplemente despertó en aquel lugar sin recordar nada de lo sucedido.
Su captor, quien estaba a unos metros más allá del castaño, se dio cuenta que había recuperado la consciencia, por lo que a pasos lentos y con una sonrisa lasciva en el rostro, se acercó a su víctima adoptando una posición similar a la de éste. «Te ves perfecto, Jinnie...» Pensó una vez que estuvo frente al menor, y acarició lentamente su rostro con los dedos.
El castaño se asustó cuando sintió aquel suave roce.
— ¿Estás asustado, Jinnie? —Preguntó finalmente el adulto, se notaba que había tratado de ser dulce con sus palabras, pero bien sabía que le era imposible llegar a lograrlo.
Jin reconoció casi instantáneamente aquella voz, y comenzó a temblar nuevamente.
— ¿Y-yoonGi...? ¿Eres tú? —Preguntó casi en un susurro, aunque la respuesta era bastante obvia.
—Shhh, cálmate... —El rostro del rubio se había acercado lo suficiente al del contrario para que sus labios ahora estuviesen rozándose; aquello le erizó la piel a Jin—. ¿Me extrañaste? —Cuestionó el demonio, y rápidamente apareció una nueva sonrisa en sus labios—. Claro que me extrañaste...
—Ya quisieras, imbécil —Gruñó el castaño mientras intentaba zafarse de todas sus ataduras, pero le resultó imposible.
—Vigila lo que dices, niño —YoonGi frunció el entrecejo y entre sus dedos tomó las dos mejillas del menor, observándolo fijamente—. Tienes suerte, aún no estoy enojado... —Su rostro se relajó, y procedió a unir sus labios con los del chico, quien en un principio se paralizó, sorprendido por lo que el demonio acabó de hacer—. Eres tan dulce, Jinnie... —El beso no había sido más que un simple roce, el cual SeokJin no se atrevió a compartir, pero que YoonGi había disfrutado bastante. Éste mismo llevó las manos por detrás de la cabeza del castaño para poder quitar la venda de sus ojos—. Si eres un buen chico, te dejaré completamente libre.
Seokjin parpadeó un par de veces cuando sus ojos por fin fueron liberados, siendo YoonGi lo primero que pudo observar entre toda la oscuridad. Aquella forma ya la había adoptado antes, por lo que no lo miraba sorprendido, sino que más bien con timidez.
—S-sí señor... —Respondió finalmente en un susurro, sintiendo cómo es que sus mejillas comenzaban a arderle. Se sentía un idiota por llamar así a alguien que no debería en lo absoluto.
YoonGi lo miró con satisfacción, y una vez más sus dedos recorrieron lentamente su rostro, dedicándose a admirar cada facción de su rostro con detenimiento.
—Realmente quieres ser libre, ¿no? —Cuestionó el rubio—. Bueno... Nunca dije cuándo —Sus labios atraparon de nueva cuenta los del menor, aunque éste beso era un poco más rudo que el anterior, pues las ansias le habían ganado a YoonGi.
Seokjin había correspondido finalmente este beso con un ligero temblor en su cuerpo y un fuerte rubor en sus mejillas, sin embargo se dedicó a disfrutarlo; no era tan malo en realidad, incluso admitía que le estaba gustando ser besado por él. YoonGi, por su parte, encontró que el hecho de que Jin temblara ante él era magnífico, el castaño sólo estaba logrando que lo deseara cada vez más, inclusive desde la primera vez en que lo vio. El rubio envolvió la pequeña anatomía del contrario entre sus brazos, estrechándolo ligeramente mientras que, sus labios, disminuían notablemente la intensidad de sus movimientos hasta ser éstos unos muy suaves. El castaño, quien ahora tenía una expresión mucho más calmada que antes, entreabrió sus labiales para YoonGi, quien se abrió paso con su lengua hasta poder encontrar a la otra, y así iniciar una pequeña riña entre ambas húmedas. Para Jin se sentía extraño, pero por alguna razón aquel simple acto estaba sometiéndole, e incluso excitándole; pero le estaba quitando todo el aire con el pasar de los segundos, y eso le dificultaba seguir.
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Prisioner - ♥YoonJin♥ OneShot
Short Story"Vamos a pasar un buen rato juntos, Jinnie..." -Min YoonGi. Todos los derechos de autor a @Katcilice ♥ ♥♥