Capítulo 5

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Paul sube escalón a escalón la escalera de su casa, entra en el baño y enciende la luz blanca que ilumina la estancia. Se mira al espejo y observa sus ojos rojos,  como las lágrimas a trazado líneas más claras que van desde sus ojos hasta su barbilla. Mira al lavabo, coge el cepillo de dientes y se los lava, comprueba su aliento y dedica una amarga sonrisa al espejo, una sonrisa algo forzada. Entra en su habitación, saca instintivamente el su móvil de bolsillo y enchufa sus auriculares, entra en Netflix y busca su serie favorita, "los 100", pone el tercer episodio y se acomoda en su cama a verlo; pero a su móvil le queda poca batería, entonces coge el cable USB del cargador y lo enchufa a su portátil mientras este se enciende, pone el móvil en modo avión para que así se cargue antes, mira la serie durante los 40 minutos que dura el episodio o al menos eso intenta, no puede quitarse de la cabeza lo que ha visto hace unos instantes en Instagram, solo sale de su burbuja aislada del mundo cuando salen los créditos finales en la pantalla y se ve reflejado en el fondo negro.  Se pone de pie se quita el pijama y abre su armario.

-hoy se sale- piensa y una sonrisa tímida se dibuja en su cara.

Abre el armario y coge una camisa lisa blanca y unos vaqueros algo gastados, coge unas adidas gazel rojas y se las pone, ya no tiene miedo de que se le mojen, la noche parece que ha dado una tregua y el cielo luce totalmente despejado, se echa un poco de perfume en cuello y muñecas, un toque sutil. Baja rápidamente las escaleras y coge sus llaves entre las que se encuentran las llaves de su moto, cierra la puerta de su casa suavemente con cuidado de no hacer mucho ruido para no despertar a los vecinos, introduce la llave en la moto y antes de arrancar el motor se pone el casco que estaba debajo del sillín arranca y empieza rodar por la ciudad, con la única compañía de las luces naranjas que iluminan la soledad y la oscuridad de la noche

Llega a esa céntrica calle donde se encuentra el local nocturno más famoso de la ciudad, según vio  en internet, aparca la moto se quita el casco y lo guarda debajo del asiento, antes de entrar observa dos chicos apoyados en la pared al lado de la entrada, uno de ellos esta fumando; cuando pasa por su lado el chico que no está fumando dice: "Somos de los que odian amar pero quieren ser amados" no hay una frase que se ajuste más a su situación actual.

Abre la pesada puerta, y observa el panorama, está tentado a dar la vuelta y marcharse a casa pero algo le dice que se debe quedar. Emprende el paso a la barra y pide un Ron-cola. Observa que hay un grupo de chicas que están rodeadas por una decena de tíos que se asemejan a una manada de perros hambrientos se tratase, mas bien de perros babosos, debe de reconocer que las chicas que están allí son muy guapas y hay una que le llama especialmente la atención, pero no puede hablarle, tiene una herida abierta muy difícil de curar, él no puede dar el paso.

El cambio de lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora