Secuestrado (1️⃣) [JaeYong] [Adaptación] © ✓

CAPITULO 2

Abrió una lata de RedBull y se la tomó completa. Para luego estrujar la bebida y tirarla al suelo. Sus músculos estaban tensos, en especial los bíceps, pero que bien se veía igual. Guapo. Guapísimo. Traía los pantalones a la cadera, algo que le hacía sentir relajado, justo como necesitaba sentirse en ese momento. Caminó de un lado para otro, tomándose la última lata de RedBull, hasta que por fin la puerta de ese descuidado departamento, que había rentado por unas horas, empezó a sonar.

Johnny, Yuta, Lucas y Mark entraron al departamento. Cada uno con una cazadora de cuero puesta.

- ¿Dónde están? - le preguntó Johnny a Jaehyun. Jaehyun señaló la primera puerta del pasillo de habitaciones. Sin siquiera hablar. Los cuatro hombres que habían entrado caminaron hasta la habitación, en donde cinco chicos se encontraban inconscientes. - vaya, vaya...- rió Johnny, al observar a los cinco hombres sobre el suelo. Guapos. Sensuales. Jodidamente provocativos. Uno de ellos sobre todo, le llamó la atención.

- ¿a cual me llevaré? - preguntó riendo de nuevo, y el sollozo de uno de ellos se escuchó fuertemente. - Sh...- dijo colocando su dedo índice sobre sus labios.

- Tú escoge. - le indicó Jaehyun.

- Lo quiero a el. - señaló con el dedo a uno de los dos castaños que sobresalían entre los cinco. Todos empezaron a sollozar, completamente asustados. Jaehyun le ayudó a pararse y se lo entregó a Johnny.

- Yo quiero a el... - dijo Yuta, señalando al moreno de en medio. Jaehyun hizo lo mismo, quitándose de encima a dos de los cinco himbres.

- Yo quiero al último. - señaló Mark. Jaehyun le ayudó a ponerse de pie, y se lo entregó igualmente a Mark. Quedándose con solamente dos hombres.

- Yo a el. - sentenció Lucas, señalando con la punta del dedo índice a Taeyong. Fijándose minuciosamente en el bonito cuerpo que poseia.

- No. - negó Jaehyun. - el es mío.

- ¿Y desde cuando tú eliges?

- He hecho la mayor parte de esta maldita misión. Lo justo sería que yo me lo llevara. - le dijo Jaehyun. De alguna manera su sentencia tenía fundamento, pues Taeyong manejaba más cuentas bancarias que los demás.

- Vale, vale...- contestó Lucas, fastidiado. - me llevo a el otro.

Y al cabo de dos minutos, cuatro hombres tenían a cuatro hombres junto a ellos. Cuatro secuestrados. Con la intención de hacer que cada uno de ellos, roben a sus propias familias accediendo a las cuentas bancarias de estas. Cada hombre se iría con uno de ellos a distintos lugares del mundo. Para no poder ser encontrados jamás. Y volver con las manos llenas de dinero, con los secuestrados...muertos.

Jaehyun cerró la puerta, su destino era New York. Partiría de Seúl esa misma noche, antes de que se hiciera pública la desaparición de Taeyong y empezaran las investigaciones. Se volteó, ahora se escuchaba tan solo el apacible silencio entre los dos. Sentía los bonitos ojos de Taeyong sobre él, observándolo...observándolo todo el tiempo. "¿Qué más quieres mirar nene?" Sonrió "Tal vez más abajo..."

- ¿Qué miras? - le preguntó. No obtendría respuesta, pues Taeyong traía la boca tapada. Se acercó a pasos lentos hacia el. Pudo darse cuenta de lo asustado que estaba cuando sintió que empezaba a temblar, cada vez que se le acercaba más y más. - ¿Por qué el miedo? - le preguntó, y soltó el pañuelo que ataba sus labios. Taeyong soltó un respiro.

- ¡Déjame salir de aquí imbé...

- Hey, hey... - posó sus manos sobre los labios de Taeyong. El, al no poder defenderse solo se quedó callado. - no se insulta al jefe guapo...

- No me llames guapo. - le pidió el. Cabreado. Jaehyun sonrió. "Bonito carácter..."

- ¿Y como te llamo? - aprovechó que aún se encontraba atado de manos y pies. - ¿feo?

- Van a encontrarme. - le dijo el. Y eso pareció molestar a Jaehyun más de la cuenta, cambiándole por completo el ánimo.

- ¿Te piensas que es fácil muñeco?

- No me llames muñe...

- Te estoy hablando. - le dijo firme. Taeyong se quedó callado. - no lo es conmigo ¿vale? Acostúmbrate. Ningún estúpido policía va a encontrarte mientras estés conmigo. Estás con el mejor. - de pronto una leve oleada de deseo invadió a Taeyong al escuchar esas palabras. Observó a Jaehyun, embelesado por esos enormes ojos marrones que recién empezaba a ver. Caramelo, al igual que su cabello, una combinación perfecta con su piel. Unos bíceps ligeramente cubiertos por capa de sudor. Unos labios rosados, deliciosos con solo verlos. - el mejor secuestrador de todos ¿me has oído? - la miró a los ojos. - y te irá mejor si no intentas nada nene, no querrás conocerme de verdad... - le advirtió. - alístate... - le dijo por última vez. - nos vamos a New York