¿Qᴜᴇ́ ᴇs ᴇʟ Aᴍᴏʀ?

¿Qué es el Amor?

Aclaración. No, Sonic y sus personajes no son míos, solo los tomo para fines de entretenimiento y diversión, lo que sí es mío es lo que vas a leer a continuación.

Disfruta de la lectura.

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By:

Gri.

Capítulo Único.
"¿Qué es el amor?"

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Ahí estaba nuevamente; presa entre rejas mugrientas en la guarida de Eggman.

Estaba malherida, hambrienta y lo suficientemente cansada para lograr dormir dos días enteros sin parar.

Francamente aquella idea ya no le resultaba tan desagradable.

El suelo mugriento a causa de la falta de higiene, las paredes llenas de telarañas y unos leves rastros de sangre en estos daban un aspecto lúgubre y aterrador.

Suspiró; al fin de cuentas no era la primera vez que era prisionera, ya se había acostumbrado a ser la dama en apuros.

Había aceptado cual era su papel en las aventuras y de cierto modo no era tan desagradable si Sonic cumplía con su parte.

No le preocupa en lo más mínimo estar ahí; en cualquier momento su adorado erizo de púas azules vendría y la rescataría.

No tenía que desearlo, era un hecho. Él ya estaba en camino para salvarla y siempre habría de ser así.

Aunque no lo admitiese, el sentía algo por ella... quizás no en la misma intensidad, ni el mismo modo pero lo sentía.

Por eso algunas veces se volvía tan insistente, deseaba que lo admitiera.

Quería y anhelaba desde lo mas profundo de su alma que él le confesara lo mucho que le gustaba y cuan  especial resultaba para su adorado.

Esperar a Sonic era agotador...

Otras veces únicamente le bastaba su compañía para ser feliz.

—Sonic...—Murmuró débilmente mientras limpiaba un poco el suelo con la tela de su vestido para sentarse.

Aunque a esas alturas daba igual porque toda ella estaba llena de polvo y suciedad.

Miró por la única ventana que había en la celda; no había mucho que apreciar solo robots yendo y viniendo de un lado a otro sin parar.

Suspiró con aburrimiento y parpadeó un par de veces en señal de cansancio. Tenía mucho sueño.

—Cinco minutos—Se dijo para sí mientras recargaba su espalda y cabeza sobre la pared rindiéndose lentamente en los brazos de Morfeo.

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—Ve a ver a Amy, lleva demasiado tiempo callada eso no puede ser buena señal—Ordenó a su sirviente metálico.

Obediente como estaba marcado en su programación se dirigió con rapidez donde se encontraba la joven de púas rosadas.

Abrió la reja y entro sin preocuparse por el ruido que causaba al contacto con las rejas oxidadas.

Ahí estaba ella, durmiendo tranquilamente con una expresión pacífica en el rostro. Caminó hasta ella e hizo un movimiento con sus manos para despertarla.