Penumbra.

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No entiendes la magnitud de tu propio universo, y, pretendes ser sabio.

El espacio y tiempo es incansablemente caótico, de una forma bíblica.Jamas le deseare a alguien que viva lo que yo viví, o lo que creo haber vivido.


Solos, en cadenas que crujen por la noche, el universo se extiende, como sus brazos sobre mi cuerpo, han estado dentro de mi desde hace tiempo, hasta ahora puedo darme el lujo de contemplar su infinita grandeza. Solo me he cuestionado algo, Si son dioses, ¿por qué necesitar de un insignificante humano?

Aun creo que mi alma esta condenada, los sueños no dejan de atormentarme, no son pesadillas, no temo a lo que me muestran, sin embargo es espeluznante, sentir como lo que antes considerabas tu mundo, solo es una falla en el ciclo de vida existente mas allá del mar de dudas al cual llamamos espacio.
Recuerdo como fue cuando todo esto empezó. En aquella casa desolada del vecindario, donde la curiosidad no te mataba lo suficiente como para derrotar el temor, yo, tuve el valor de entrar sin la necesidad de tener amigos insistentes o una excusa estúpida. La casa era grande, sus pasillos se alargaban como su techo crecía, los anaqueles llenos de viejos libros que guardaban secretos moribundos, algunos con títulos que no entendía, entre los pasillos figuraba una gran pintura, una dama, vestida de prendas que mostraban su busto y resaltaban su sonrisa, algo me pareció inquietante de aquella pintura, tal vez el hecho de que esta en si estaba rodeada de un marco limpio y brillante, color dorado, como oro recién pulido, como una hermosa estatua en el centro de cualquier ciudad altamente habitada. Era eso, o que detrás de ella se notaban rasguñados los tapices, rasguños toscos, como los de un león hambriento, esto me hizo dirigirme a ella sin miedo, tomarla de la orillas con cuidado y quitarla del tapizado color verde ya musgoso. Recuerdo la sorpresa de ver posada a una dama mirando la ventana, no era una pintura, era real. Detrás de un vidrio que parecía golpeado y rasguñado se posaba esta dama con elegancia, de momentos miraba hacia mi, y volteaba nuevamente a contemplar algo para mi inalcanzable. Fue momentáneo, luego de verla solo desapareció, sin rastro, sin sonido. Tuve la bendición de la ignorancia, ya que tome ese suceso como algo paranormal, y grite a los cuatro vientos con miedo y locura. Ahora en mis ojos se reflejan las distantes llanuras del cielo montañoso, estas regiones desconocidas en mundos de igual manera desconocidos, yo tuve la bendición de conocerme, y de saber que lo que en aquella casa tome como algo paranormal, fue una bendición de los dioses mas grandiosos.
Soy un recipiente, una mula que cargará con la espesa niebla de la locura y la demencia, soy el vaso que contendrá la materia oscura y cósmica del infinito universo que tengo el privilegio de conocer.

Muchos dudan de la mera existencia, dudan de lo irreconocible, solo por el hecho de nos saber que sea, o no poder destruirle, no significa que sea dañino, sin embargo lo es, es dañino, como una plaga, no es como el ejercito Kthulhuh, no es como la plaga de las mareas, no entran en tu cabeza para destruirte ni controlarte, entran en ti para mostrarte. Los caminos infinitos de la duda se abren para mostrarte la grandeza de lo desconocido, nuestro temor, que es esto mismo, se dispersa dejando mera curiosidad, al menos eso es lo que me hizo a mi un devoto seguidor del ocultismo.

Sin contar los chillidos de la casa y los murmullos entre las paredes, mis momentos son callados, silenciosos y muy largos, dejándome a solas con mi inestabilidad, mostrándome mis peores deseos y mis secretos mas ineditos.
Ya he aceptado que soy un simple eslabón de carga, un momentáneo fragmento que ligará este mundo tan sucio con los viejos dioses, soy el descendiente de la soledad, el único capaz de entender lo que oculta el silencio infinito, el espacio recóndito y las gracias de las constelaciones mas escondidas de este Orbe.
Últimamente mis descansos son menos largos, y al ser así mis momentos en contacto con lo cósmico son cortos, aunque logre leer estas lenguas tan extrañas aun no descifro los mensajes que se esconden en lo subliminal de sus palabras, ellos confían en mi, ¿que debo hacer?, es sencilla la respuesta, debo complacer a los grandes, les daré lo que quieren, luego lograré que se alejen de esta realidad, dejaré que vuelvan a su eterno descanso, así sera ya que así fue escrito.

Soy firme ante mis nuevos votos, ahora tengo la confianza de los grandes. Son las mañanas mas tranquilas de mis vacaciones, mis días ya son efímeros comparado a los planes que me destinaron los mayores. Para todo esta grandiosa realidad que ahora es mi mundo tuve que entregar tantas cosas, como lo que fue una vez mi vaga Humanidad.

Día 00 de Diciembre del Año 0000 09:27 Am. Ciudad de ????????


Las sombrías calles de esta desierta ciudad son desoladas, calladas por sonidos de insectos que parece que intentan relajar tus oídos, son tus fieles acompañantes en estas aventuras llenas de inexplicables dudas. Los grandes me han dado este destino, al al parecer intentan hacerme entrar en contexto con los misterios mas terrenales, la ciudad de ???????? es una de las mas solitarias de todo el país, su fuente de ingresos es la pesca, aunque este no sea de mucha producción. Las visitas en este lugar no son bien vistas, llegando a ser incomodo el hablar con un ciudadano local. Hay sucesos aquí que son interesantes, desde desapariciones hasta asesinatos terriblemente grotescos, todo esto en un lapso de veinte días, lo cual es lo mas extraño. Aunque las misteriosas calles llenas de vapor saliendo del subterráneo y basura en las orillas húmedas por las aguas negras que aveces se desbordan de los drenajes son las pruebas directas de que este pueblo no es el mejor de todos, por alguna razón nadie deja este lugar, la única forma para que un local deje este suelo es que este muera, y con suerte es sepultado fuera de la ciudad. Los edificios son pequeños, amontonados entre si apilando polvo y musgo en las esquinas, mientras que las pocas hierbas se trepan entre sus ladrillos ya agrietados por la edad sus ventanas se cubren de maderas para no dejar que nada se vea desde afuera.

La hospitalidad como ya era de esperarse es muy hostil, las miradas son mortíferas y los ceños fruncidos se mezclan con los gruñidos entre dientes. Si bien no logro entender el porque de mi estancia en esta penumbra de misterio, no dudare en seguir mis instintos para complacer a los Mayores. Mi estancia en ?????? corta, los Mayores me aseguraron que mi objetivo aparecería sin tardar ni esperar.


Los Mayores, o como se hacen llamar, Los Primordiales, son los que me han cuidado y guiado por estos pasajes del universo, por realidades que solo se quedaran en mi cabeza como fragmentos de algo desconocido mas muy familiar. Hay veces en las cuales las sombras me sobre pasan, donde mi existencia no es lo suficientemente grande como para controlar las perversas criaturas que habitan lo recóndito. Sus cuerpos son gigantes, comparados con grandes torres que rascan los cielos y cortan el viento generando un sonido penetrante, sin embargo este sonido penetrante es cambiado por su respirar, uno tan grotesco que es capaz de romper glaciares enormes. Sus cuerpos son robustos con muchos brazos saliendo de sus espaldas, con escamosas piernas que permanecen arrodilladas para quedar lo mas cerca del suelo. Los mayores son divinos, tres seres creados para generar el balance de este universo, siendo las divinidades cósmicas mas fuertes jamas mencionadas. Aunque sea el único human capaz de verles aun no he logrado observar sus rostros, las nubes los tapan, ademas de que la gran distancia los hace irreconocibles.


Yo soy el portador de esta energía a la cual le llamo Matra, una fuente de vida que se dispersara por el mundo extinguiendo la vida a su paso, dejando a este mundo en lo que al inicio del gran Orbe fue, solo penumbra.

J.M CasstleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora