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Era todo un cliché si, un cliché, por que nací de ojos azules y rubia, por ser americana, eso era todo un cliché, no era molesto ser así físicamente pero era algo muy práctico aquí en Los Angeles, solo que yo no parecía naranja, muchas chicas pagaban bastante dinero por bronceados bajo una maquina como las que salen en Avatar, si, la película de los gigantescos azules que miden cuatro metros.

Deje mis pensamientos de lado y seguí caminando rápidamente hacia el colegio, William, mi hermano mayor se había ido muy temprano con Lillith y me habían dejado sola, así que estaba caminando el primer día de escuela, genial.

Camine torpemente gracias a que había cogido mis cosas rápidamente por la mañana que no me impresionaria ver un calcetín o comida del gato en mi mochila checaba si por lo menos tenia un bolígrafo, un clásico negro paro rapidamente cuando pasaba por la calle solté un pequeño sollozo, un poco más y mi cabeza habría rodado hasta el New York, este automóvil iba bastante rápido que me sorprende que no le hayan parado, dejando mis pensamientos de lado el auto se había parado en frente de mi vi a dos chicos ¿iguales? negué con mi cabeza y golpee la capota del gran auto, el chico tras el volante me miró desconcertado y enojado a la vez ¿se enoja? yo fui la que casi atropellan. No cambies papeles señor.

-¿Que carajo te pasa?- grito el chico saliendo del auto y estrellando la puerta del coche me sorprende que no se haya hecho pedacitos, era un chico que si tal vez no hubiera atropellado saldría, tenia un cabello oscuro y peinado hacia arriba llevaba una camisa blanca ceñida a su cuerpo, su abdomen, sus...Sus brazos, estaban llenos de tatuajes, este chico tenia el cuerpo muy formado, de mi boca no salieron palabras algunas, no era de las chicas calladas que les daba miedo hablar pero este chico me intimidaba, caminaba hacia a mi con sus puños, el chico idéntico a el bajo del auto asustado y sujeto al otro ¿eran iguales? o ¿el susto me había roto la cabeza?

Le susurro algo y el chico de aspecto de chico malo solo me miró y se dio vuelta para subir a su auto.

-Perdona.- dijo el chico de cabello negro con un mechón blanco teñido y piercing en su labio inferior, sonrio levemente sin mostrar su dentadura, yo solo parpadee varias veces y el subió al auto me sacaron la vuelta y siguieron con su camino.

Negué con mi cabeza y me acomode la mochila en mi hombro, camine hacia el colegio como si nada hubiera pasado hace unos minutos.

¿Quienes eran ellos? ¿Eran nuevos en la ciudad? Bueno lo que sabía es que no quería encontrarme de nuevo con el chico de mirada temible, sus ojos eran como dos canica negras mirándote, el otro chico se veía calmado y reservado, es gracioso ya que el tiene un piercing y el cabello teñido y parece el chico bueno.

-Charlotte- canturreo mi castaña amiga mientras me daba un abrazo.

-Caroline.- dije mientras acariciaba su espalda, ella se separó de mi y sonrió.

-Al fin, al colegio de nuevo, estoy tan emocionada.- chilló ella sonriendo mientras lisaba su cabello con su mano mirando a todas partes mirando a todos los adolescentes que nos rodeaban.

-Sí, que emoción.- dije imitandole y haciendo una voz más chillona ella me fulminó con la mirada.

-Eso es tan grosero.- dijo ella frunciendo el ceño, si Caroline era algo torpe, pero era muy inteligente y linda, era, una linda boba, por eso ella siempre conseguía citas o novios o lo que tenga que ver con el sexo masculino.

****

Ya había pasado una larga mañana, estábamos en la última clase para salir al receso, y lo esperaba mi estómago comenzaba a gruñir y esa no era una buena señal.

Habían entrado muchos nuevos, la mayoría feos, pero uno si era guapo, se llamaba ¿Conor? o ¿Liam? bueno estaba en mi clase de francés, es británico cuando Caroline y yo hablamos con el tenia un acento que derretia a cualquier chica y tal vez a que otro chico gay en el colegio.

Sono el timbre de salida, todos los adolescentes acomulados en el aula salieron rápidamente como si su vida dependiera de ello, bufé y tome mis cosas de la gran mesa compartida, en todas las aulas era igual, y en todo este tiempo no me tocó un guapo, que vida más cruel.

Me dirigí a mi casilla y metí mis libros para dejar mi mochila más liviana y no tuviera que hacer tanto esfuerzo, llego Caroline a mi lado tenia sus libros pegados a su pecho mientras me miraba sonriente.

-¿Que pasa? ¿Por qué tan sonriente Caroline?- dije guardando mis libros.

-Hay unos nuevos gemelos en mi clase de Artes.

-Oh, ¿felicidades?- dije frunciendo el ceño.

-Son tan guapos, ambos.

-¿Será por que son gemelos?

Ella pensó un momento y asintió bobamente, que boba dios.

-El punto es que deberíamos conocerles, necesitas novio amiga.

-Caroline, no estoy para novios, tengo trabajo y tengo que estudiar no dejare que me distraigan unos gemelos problemáticos.

-¿Problemáticos uh?- dijo una voz ronca a mis espaldas Caroline miro por mi hombro intimidada pego sus libros más a su pecho y bajo su mirada haciendo que mechones de su cabello castaña tapará levemente su rostro.

-Nos vemos en la cafetería Charlotte.- y se fue, dejándome sola, con el.

Mierda.

Troublemakers ➳ brooksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora