Los meses pasaron y mi curiosidad aumentaba
"¿Por qué llega tarde?"
Nunca lo hablamos, así que decidí llegar temprano y esperarla. Después de unos minutos llegó, yo estaba escondido.
Entró al edificio, se dirigió a las escaleras y comenzó a subir, al fin se detuvo.
- ¿Todos los días vienes a la azotea? -creo que la asusté
- Yo... si-
- ¿Por qué? - señaló al horizonte
-El amanecer...-
-increíble...- se veía hermoso desde ahí, pero, en ese momento, lo que más llamó mi atención fue ella
"Es hermosa..."
-Sabes, no tenías que hacer esta misión ninja para saber qué hacía antes de entrar a clase, si me hubieses preguntado te lo habría dicho- descubrir esto fue decepcionante.
Otra vez, dedique la noche a pensar en ella y ese momento.