Capítulo único

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Enji se encontraba guardando sus cosas en un portafolio, era el ultimo día de clases y se tenia que alistar para despedir a los estudiantes del ultimo grado, no es que fuera uno de sus eventos favoritos, pero el director Nedzu así con lo “extraño” que era, había pedido que todos los profesores asistieran  como una muestra de solidaridad al grupo de futuros exalumnos, además, como su acciones fueron apoyadas por el profesor favorito de los estudiantes (ese tonto rubio oxigenado que lo único que hacia era platicar con sus estudiantes en lugar de formar su carácter, según Enji) no pudo mas que aceptar y someterse a la discreta orden de su director.

Casado por el trabajo escolar y ansioso por poder salir de vacaciones dejó escapar un suspiro largo, solo un evento mas y ya podría estar en casa, no es como si tuviera a alguien esperándolo (después de todo hace un año que se había divorciado de un matrimonio que iba directo al fracaso) pero era mejor  eso que soportar a mocosos irrespetuoso que lo último que hacían era pensar en su futuro, en especial a “cierto” joven rubio que le había causado varios problemas, sobretodo el reciente “accidente” que le hizo cambiar clases y que no quería recordar. 

Con el último documento guardado decidió salir del aula listo para enfrentar lo que quedaba de la jornada pero antes de avanzar a la puerta, en la pequeña rendija que dejaba ver a las visitas, pudo notar unos cabellos rubios apenas visibles a través del cristal y unos ojos miel que se asomaban con dificultad por la falta de altura, ahí se iba su tarde tranquila.

Con un pequeño gruñido miró directo a esos ojos y no avanzó, por el contrario, alzó su voz y dejó escapar el tono mas aterrador que tenía, ese que solo usaba con los estudiantes mas problemáticos y desobedientes (y a veces con sus hijos, en especial Touya, bueno, antes que escapara a la universidad y no lo volviera a ver por un tiempo)

-Si solo te vas a quedar a ver y no vas a entrar, mejor vete

Sabía que su voz había atravesado esas paredes y se había escuchado perfectamente, después de todo varios de sus colegas lo reconocían por eso, al que pasara por su puerta siempre tenía la suerte de escuchar parte de su lección sin necesidad de entrar.

Cruzándose de brazos observó como la mirada contraria se entrecerraba y luego desaparecía, eso le hizo pensar cuanto tiempo el otro estuvo colgado de ahí y aquello le hizo dudar de su inteligencia, pero bueno, no le dio tiempo de seguir pensando porque un joven rubio entró con una toga y birrete y un una sonrisa petulante además de una pose despreocupada, un no entendía como podía seguir pareciendo un mocoso vagabundo a pesar de llevar ese traje, y peor, no sabía ni como se había graduado a pesar de que muy en el fondo conocía que había acabado con honores la escuela, incluyendo su clase, era inteligencia pero su mente no lo quería admitir.

-Esa es una sorpresa Enji-sensei, pensé que me iba a seguir evitando

El joven se acercó con confianza y se apoyó en el escritorio del otro a pesar del gruñido que este le envió, sin embargo el mayor trató que eso no le afectará, después de todo bendito sea cualquier deidad  esta iba a ser la última vez que vería a aquel adolescente, después de la celebración se desharía de él y sus tardes iban a volver a ser tranquilas

-¿No deberías estar en tu ceremonia muchacho, con tu amiga hiperactiva y tu primo?-el mayor trató que el comentario anterior no lo afectará y de pasó tomó su maletín para mostrar su indiferencia, sin embargo, justo cuando iba a tomar su termo una mano lo detuvo y lo arrebató antes de alcanzarlo mientras unos ojos juguetones esperaban su reacción con curiosidad y lo miraban con descaro directamente  a los ojos, ¿Cuándo se había subido el otro a su escritorio?

-nah~ ya sabes lo que dicen, lo mejor siempre llega hasta lo último- y con esto se llevó el termo a la boca y le dio un largo trago antes de separar sus labios y lamer las gotas que se escapaban de el, chasqueando la lengua con un sonido lascivo antes de lamerse los labios lentamente sin nunca quitarle los ojos al profesor.

When I kissed the teacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora