Padres Temporales

El equipo de Básquetbol

Iniciando el día lunes con un radiante sol pero una incómoda posición, Ho Seok se enderezó causando que su espina dorsal hiciera un fuerte sonido y él soltara un quejido, divisó el escritorio en el que se quedó dormido  mientras leía esos libros de la historia coreana, algebra, literatura y geografía, estúpido examen. Talló si mejilla debido a el pequeño dolor que sentía en esta, pues se recargó en sus anteojos y se quedó marcado el pequeño metal que los sostenía a su oreja derecha, se levantó de su no muy cómoda silla y estiró sus músculos haciendo que estos suenen nuevamente como su espalda. Se quitó los lentes por un momento y luego fue a su baño para darse una ducha rápidamente y se arreglaba un poco; la mayoría de los chicos en su bachillerato se maquillarian, pondrían ropa cool y se arreglarían el cabello de manera común, pero Jung Ho Seok no era así y a pesar de todo era el segundo más popular y perseguido por chicas y chicos.

Cuando escogía que anteojos y reloj utilizar ese día, tenía una pez interna al pensar en que su familia probablemente ya se había ido, pero su paz fue interrumpida por el grito de su querida hermana mayor al entrar en su habitación con una bandeja que tenía su desayuno.

—¡Hobi a desayunar!— la chica dejó la bandeja en la mesita de noche y abrazó con entusiasmo a su hermanito.

—Hola Noona ¿Cómo está?— respondió el abrazo de la más bajita y acarició su cabello.

—¿Ya decidiste que anteojos y reloj usar? ¿Quieres que le diga a Kang Gi que te ayude con eso?—.

—No, se me hará tarde y ella tiene que cuidar a sus hijos, mejor uso los de ayer— soltó a su hermana para ponerse el reloj y sus anteojos, miró la hora, y como si fuera un torpedo.

Tomó una tostada con mantequilla de maní y jalea, besó la mejilla de su hermana mayor, tomó su mochila, una chaqueta y pusó la patada en su boca para salir corriendo de la casa, en dirección a la universidad, aunque, parecía no ser un buen día para Jung, pues un chico de firme físico también salió corriendo de una recidencia que estaba a unas calles.

Al chocar con aquel "homozapiens evolucionado" como Seok llamaba a las demás personas, calló al suelo, perdiendo sus anteojos en alguna parte de la acera, escuchó como la otra persona caía también y un fuerte sonido de enojo.

—¡Agh! ¡Ten un poco más de cuidado, estúpido...—

—Quien debería tener más cuidado además de mí, tendría que ser usted también— con los ojos cerrados y buscando sus anteojos por todo su alrededor tocando seguidamente el suelo

—Vaya vaya... Jung, eres tú— el chico acomodó su chaqueta y sacudió la tierra que tenía en sus pantalones.

—Si, soy yo.. ¿Quién más?— encontró lo que buscaba y se lo colocó en el rostro para por fin abrir los ojos y divisar a el capitán de equipo de básquetbol —Y-yo...— tomó sus cosas tiradas en el suelo para levantarse, sacudir la tierra de su cuerpo y hacer una reverencia —Tengo clase— Jung salió corriendo de ese lugar público hacia su destino.

Al llegar a el bachillerato vió a su queridísimo amigo, Kim NamJoon, su hyung favorito en todo el mundo, capitán del equipo de fútbol americano y el tercero más popular en todo el bachillerato.

—Hobi ¿Porqué tardaste tanto?... Y lleno de polvo— el moreno lo miró preocupado y acomodó su chaqueta del equipo —Tenemos clase en diez minutos, vamos clase y creo que sólo comiste la tostada que tu hermana preparó, en todo tu desayuno — habló mientras revisaba su celular con atención.

—Mi hermana te envió un texto ¿Verdad?— suspiró con frustración y vió su reloj —Vamos de una vez antes de que me obligues a comer contigo esa asquerosidad a la que llamas "licuado y emparedado"— hizo comillas con los dedos acompañadas de una cara de asco.