No dejes nada de mi..

Revienta mi boca...

Llevo mucho tiempo esperando este momento, te veo en las fotos que subes en instagram, te veo entrenar en el gimnasio, y la verdad es que solo pienso en ese momento que seamos uno que nos fundamos como dos colosos que revientan y hacen que reboten la tierra.

Quiero jugar a los terremotos, a las catástrofes y a las debacles contigo, maldito cabrón de mierda. Dame lo que quiero, y dámelo ya.

Ayer soñé que me duchaba y venías por detrás, me metías los dedos, y me lo hacías muy fuerte.

(Choffffff, choffffffff, choffffffff y chofffff)

—¡Qué rico cabrón!. Metémela, por favor, clavámela, húndela en mi y no la saques, por favor, hazme sentir que estoy viva que todo mi pasado ha valido la pena por el polvazo que me vas a echar en estos momentos, rómpeme, te lo suplico, no dejes nada de mi, moriría de placer si eres tú el que me revienta.

Quiero verte en arena mojada y que sean tus fluidos lo que hagan que los humedezca. Censúrame con tu miembro, castiga a mis miedos, y prométeme que cada vez que tenga miedo me vas a follar durante 4 horas, eso es lo que quiero. Quítame la ropa, y destroza mi cuerpo.

Aráñame, muérdeme, vamos.

Romeo Santos dice que puede morir encima de mi cuerpo, yo lo que quiero es que me castigues que me des azotes en el culo, mira la falda de colegiala que llevo, sé lo dura que la tienes y sé que quieres ser el profesor que castigue a la niña que se porta mal, hazlo de una vez.

—Fóllame.

—¡Quiero que todo lo que salga de tu boca entre en mi lengua, y que todo lo mío entre dentro de ti.

—Salvaje de mierda.

—Sería tu esclava o tu patrona, pero no dejes que esto se detenga nunca.

—Sin rodeos, y sin anestesia quiero follarte de la manera mas dura, perversa y sucia que te hayan follado nunca, de verdad.Mi espíritu quiero poner a 4 a tu alma, que salgamos de nuestros cuerpos, que nos estampemos en el otro mundo y en el orgasmo volvamos a reclamar nuestra herencia en el sexo.

—¿El polvo platónico?

—¡jajajaja! No soy tuyo, ni tú eres mía, pero les hablaremos al mundo de lo libres que nos sentimos cuando lo hacemos, y allí te irás con tu dualismo ontológico cuando te reviente en el mundo trascendental de tus ideas mojaditas.

(No puedo escribir con palabras todo lo que me haces sentir cuando me clavas las uñas, me haces sangre y me dices que vaya más fuerte, hasta el fondo, que me deje nada, me haces sentir como un puñal, y no dudaría en usar toda ésta pasión toda ésta intensidad en hacer temblar tus piernas y que no andes en unos días, eso es lo que te mereces)

—¿Qué quieres qué te haga?. ¿Quieres qué te la chupe?. ¡GRÍTALO!. Dímelo, y te prometo que lo haré, que le jodan a los que hablan, a los que no disfrutan del sexo y a toda esa pandilla de reprimidos que se hacen pajas pensando en lo que yo voy a hacerte a ti, ahora mismo, TE VOY A DEJAR SECO, y vas a ver lo que te gusta.