Beautiful Scar . NielWink [Adaptación]

Your Arm

Daniel se coló en la habitación vacía de Jihoon. El propietario del cuarto, casualmente recibía una llamada del personal de Seongwu y se metió en una larga discusión sobre el horario de rodaje que tendrían al comienzo de la semana.

Daniel escaneó la habitación y examinó cada centímetro de ella, muy curioso. Esta conformada principalmente en gris y blanco. Simple, con algunos marcos de fotos, con un reloj en forma de una pelota de béisbol. Daniel dio un paso más y sus ojos quedaron cautivados por la repisa en la pared justo encima de la gran cama de Jihoon.

Jihoon aún ama el béisbol. Se acercó e intentó tocar una de las pelotas de béisbol dentro de una canasta cuando la puerta de la habitación de Jihoon se abrió no mucho después.

"¿Qué estás haciendo en mi habitación?"

El dueño trató lo tomó para que salga de su habitación lo más rápido posible. Pero Daniel no se dio por vencido, se desquitó abrazando a Jihoon por la cintura, quien todavía luchaba contra él.

"Sal de mi habitación".

"¿Por qué?"

"Es una violación de privacidad".

Daniel se rió e intentó besar los labios de Jihoon que lo esquivaron rapidamente. Lo aturdió dejandolo en silencio.

"Bien" Se dio por vencido, liberando su agarre de la cintura del mayor y caminó para salir de la habitación mientras este lo seguía de cerca.

"¿Estas loco?" Jihoon trató de igualar el paso de Daniel, ya que este último trató de controlar su sonrisa sin dejar de estar en silencio. "Es soloque-- se siente un poco extraño si alguien entra a mi habitación".

"¿Tienes miedo de que tu novio haya dejado algunas cosas adentro y que yo las haya visto?" Daniel preguntó con recelo. Sus ojos penetrantes arrojaron dagas a Jihoon, quien negó con la cabeza mientras parpadeaba inocentemente.

"No hay nada de eso adentro".

"Entonces, ¿por qué no puedo entrar?"

Jihoon tomó aliento y extendió su mano. "Está bien, puedes entrar por un tiempo".

Ni siquiera le tomó al hombre dos segundos para sonreír. Tomó la mano rechoncha de Jihoon y lo trajo de vuelta a esa habitación limpia y pulcra.

"No tardes demasiado".

Daniel ignoró esa advertencia. Entró y eligió sentarse en la cama aplia del cuyo dueño que trató repetidamente de alejarlo de allí.

"¿Has terminado?"

Daniel negó con la cabeza y señaló la pelota de béisbol que se exhibía junto a la cama de Jihoon. "Todavía la guardas".

El mecionado casi suspiró y asintió. Se unió al castaño sentándose a su lado, quien se pasó la lengua por los labios y preguntó: "¿Su amor por el béisbol aún no se ha ido?"

Jihoon tarareó y explicó: "Me conoces, no soy alguien que fácilmente se aburre de algo".

"¿Que hay de mí?"

"¿Qué?"

"¿Tus sentimientos por mí? ¿Están ahí todavía en algún lado?"

Jihoon se dio vuelta y miró a Daniel, que parecía poner sus esperanzas en lo alto por eso. Ambos miraron por un momento y Jihoon asintió sin vacilar.

"Lo están"

Daniel sonrió de nuevo y tomó la mano de Jihoon junto a la suya. "Igual yo"

Ambos se rieron entre dientes como un par de idiotas al darse cuenta de que habían estado hablando de un tema tan extraño para los dos.