No puedo verte pero mi corazón si

20 0 0
                                    

Prologo Me encontraba en un parque con mis padres, estábamos festejando mi cumpleaños número 13. Mi madre me trajo a este lugar bellísimo, un lugar con muchos árboles y juegos. Era unos de los mejores días de mi vida, y no lo decía por el hecho de que mis padres me compraban todo lo que quería, sino porque se tomaron el lujo de faltar a su trabajo para pasar un tiempo conmigo. Y ese fue el mejor regalo que me pudieron dar.

Termino mi festejo, mi padre me llamo para irnos. El chofer nos abrió la puerta y entramos. Íbamos rumbo a mi casa. O al menos eso yo creí hasta que vi que el chofer se paso.

-Papá. ¿A dónde vamos?- pregunte

-Es turno de mi sorpresa-contesto

Una sonrisa se creó en mi rostro, este definitivamente había sido el mejor de los cumpleaños. Por lo general me daban mi regalo, desayunaban conmigo y después se iban al trabajo, y no los volvía a ver hasta el día siguiente.

De un momento a otro, el chofer estaba aumentando de velocidad, voltee y note que nos venia persiguiendo alguien, me altere demasiado. Mis padres empezaron a platicar de asuntos que no comprendía.

-Hija, cariño agáchate y por lo que más quieras no te levantes- dijo y asentí

Obedecí a todo lo que mi padre me dijo, estaba muy asustada. Se escuchaban gritos y golpes, ruidos muy fuertes. No quería que nada me pasara. Esto arruino por completo mi cumpleaños. La curiosidad gobernó en todo mí ser y me asome, el peor error en mi vida, vi como el chofer giraba muy bruscamente el volante haciendo que el carro cayera.

Sentí como el carro daba 1, 2,3 vueltas y hasta ahí recuerdo todo, después de eso, todo se puso negro. Desperté, y abrí mis ojos, todo estaba borroso, no veía nada. Empecé a llorar no sabía que hacer, no sabía dónde estaba no con quien estaba. Hasta que la voz de mi madre me calmo. -Tranquila estoy aquí contigo cariño-dijo

-En dónde estoy? ¿Mamá? ¿Dónde estás?- pregunte

-Tranquila, que acaso no reconoces el hospital?, has estado aquí un par de veces- dijo

-Es que- agache la mirada- No puedo ver- dije al fin. Y definitivamente, este había sido el peor cumpleaños de toda mi vida.

No puedo verte pero mi corazón siDonde viven las historias. Descúbrelo ahora