Parte 5

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Después decir eso nos empezamos a preparar para ejecutar nuestro plan, le enviamos un mensaje a Jose para que no encontráramos en el centro de la ciudad que estaba a unas cuantas esquinas de la casa de Bruno.
Nos quedamos viendo asta que Francisco dijo.
Francisco: bueno, empecemos con esto!
Todos asentimos y yo subí al techo de la casa, les hice una señal indicando que yo estaba listo y todos la repitieron, entonces encendí uno de los fuegos artificiales y lo lance hacia una de las casas que estaban del otro lado de la calle, cuando empezó a hacer ruido todos corrieron hacia el centro de la ciudad y yo baje rápidamente del techo y me dirigí hacia donde estaban ellos,
Nuestro plan parecía que había funcionado porque todas las luces que estaban cerca de la casa de Bruno se empezaron a dirigir había los fuegos artificiales mientras que nosotros corríamos como nunca.
Corrimos casi tres cuadras seguidas sin parar una sola vez, pero aun nos faltaban otras dos, teniendo eso en mente todos empezamos a caminar muy sigilosamente siempre intentando buscar una de las luces para dar una señal y empezar a correr de nuevo, cruzar esas dos cuadras se nos hizo una eternidad pero cuando por fin lo conseguimos y vimos a lo lejos un auto estacionado con las luces encendidas no pudimos contener la felicidad y corrimos hacia el auto, cuando entramos me encontré con tres chicas y con Jose, todos nos presentamos las chicas se llamaban Saori: ella era una chica alta que imponía respeto y confianza al mismo tiempo, la segunda se llamaba Kary: ella era una persona muy amable y divertida que siempre se preocupaba mucho por las demás personas hasta el grado de llorar por sus desgracias, y la tercera pero no menos importante se llamaba Regina: ella era una persona bastante seria pero que en el interior amaba divertirse con sus amigas y ser la persona mas diva del mundo.
Todas ellas eran personas geniales cada una diferente a las demás, solas eran geniales pero juntas eran el grupo de amigas perfecto, no dejando atrás a la pequeña Sofia que era uno de los pilares del grupo, siempre alegrándolas a todas y haciéndolas reír con sus espontaneidades.
Después de hacer las presentaciones Jose arranco el auto y se puso en camino a la salida de la ciudad, todos estábamos felices porque pensábamos que nos habíamos salvado de esa pesadilla hasta que empezamos a sentir que el suelo templaba como si alguien muy grande nos estuviera siguiendo, todos quedamos mirando hacia la parte trasera del auto y solo podíamos ver como nos estaban siguiendo siete luces y como se iban acercando mas y mas asta el punto de sentir que nos podían volcar en cualquier momento.
Llenos de pánico solo poníamos a José quien iba manejando mas nervioso con nuestros incesantes alaridos de pánico, de pronto notamos que José estaba acelerando mucho y las luces se iban alejando poco a poco pero como si ya supiesen todas las luces de la ciudad que intentábamos escapar aparecieron como por arte de magia tres luces frente a nosotros indicando una colisión segura y el final de nuestras vidas.

La oscuridad de la desesperaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora