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Un mes. Había pasado un mes desde que Augustine Sycamore, profesor de la región de Kalos, desapareció. Nadie supo que le pasó, ni a donde fue. Las personas no han parado de buscarlo, ni los líderes de gimnasio, ni el alto mando, ni siquiera la campeona ha podido tener una pista. Pero la respuesta siempre ha estado frente a sus ojos. 

—Lysandre —dijo Dexio, ayudante del profesor —, la búsqueda es inútil, aún no sabemos donde está

—Y si se tratara de un secuestro... —mencionó Sina 

—Es imposible, el profesor estaba en su laboratorio la última vez que lo vimos —replicó Dexio 

El hombre de cabello naranja simplemente miraba hacia la ventana, escuchando como los jóvenes ayudantes del profesor discutían. 

—Alguien pudo entrar a su laboratorio —mencionó Lysandre —¿han encontrado algo extraño en él? 

—No realmente, todo estaba en su lugar —respondió el rubio 

Lysandre se quedó pensativo, los chicos solo esperaban por una respuesta, el ambiente se volvió pesado y ambos solo intercambiaban nerviosas miradas. 

—Está bien —por fin dijo el hombre dándose la vuelta —, seguiremos buscando, pueden irse 

Sina y Dexio simplemente asintieron, después se retiraron. Lysandre quedó solo. Esperó unos minutos después de que los ayudantes del profesor se fueran para poder salir él, pero en vez de salir del lugar se dirigió al fondo del pasillo, ahí había otro ascensor, escondido a la vista de los demás, ingresó un código y comenzó a descender.

Era un cuarto oscuro, cuando comenzó a caminar lo único que se escuchaban eran sus zapatos chocando contra el descuidado suelo.

—Levantate —ordenó a alguien que se encontraba al fondo de la habitación

Solo se escuchó un quejido de la otra parte, después el sonido de las cadenas de hizo presente.

—Te llevaré a otro lugar, vámonos —volvió a hablar Lysandre

No hubo respuesta

—¡Augustine! —gritó molesto

El profesor se levantó con dificultad, si bien su trato no había sido malo, su mente lo traicionaba, con las manos atadas entre ellas por cadenas, caminó hacia el hombre más alto.

—Lysandre... —habló con debilidad —, dejame ir...

El pelirrojo simplemente lo miró con indiferencia, lo tomó de la muñeca y le guío hasta el ascensor.

—Por favor, Lysandre —suplicó el profesor

Se detuvo con brusquedad

—Lo siento, Augustine, fue mi error —respondió —, debí saber que no contaría contigo para cumplir mis objetivos

—Lys, no tienes que hacer esto —replicó

Lysandre lo ignoró y continuó con su camino, una vez en el ascensor, arrojó al profesor contra la pared y después entró él.

—Lo que haces está mal, por favor, déjame ayudarte —insistió Sycamore

—Silencio —respondió el otro con seriedad

El ascensor seguía con su curso mientras el profesor intentaba hablar con Lysandre, cuando subieron, el pelirrojo tomó el cabello azabache entre sus manos con fuerza.

—Dije que te calles —dijo con un tono más elevado

—L-lysandre...

El hombre mayor lo guío hasta su habitación, lo lanzó contra el suelo y azotó la puerta.

Resiste el Silencio [PerfectWorldShipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora