CAMBIOS

Ya es hora de cambiar

Lloraba sin parar, los mocos salían como agua de mi nariz, me limpiaba la cara con mis manos uno y otra vez sin parar, no podía para de llorar, sentía un dolor enorme en mi pecho, una precio enorme en él, recuerdos que no querían salir de mi mente y eran el motivo del porque lloraba.

Todo en la habitación se encontraba a oscura, se sentía un pequeño frio en la habitación y a lo lejos poca luz pasaba por debajo de la puerta, algo que hacía que el habitante se sintiera cómodo y melancólico para mí. Intentaba no hacer ruidos con mi boca, no quería llamar la atención de mis padres, pero lo que más quería en ese momento era gritar... Gritar que lo quiero a mi lado, que vuelva a mi lado a curar este dolor.

Cerré con fuerza mis ojos, con mis brazos me abrazaba fuertemente, tenía frío y quería sentir calor, me imaginaba que esos brazos eran los de él, que él me daba calor, como muchas veces lo hizo. Que susurrara a mi oído que todo estará bien, que él me ama y estará a mi lado, con esa bella sonrisa que apenas con verla me hacia reír como una estúpida. Recordaba muy bien esos momentos junto a él, donde se ponía todo romántico y me dedicaba canciones, me escribía sus letras, me hacía escucharlas o tan solo me las cantaba. Me besaba como si me necesitaba, como si yo fuera esa droga que no puede dejar y es adicto a ella.

Deje salir varios suspiros de mi boca, seque mi nariz y ojos, me coloque de pie y me dirige al baño de mi habitación, cerré la puerta con seguro, me mire al espejo, estaba hecha un desastre varios mechones de mi cabello estaba pegados en mis mejillas, mechones elevados y revueltos para todas partes, mi cabello era corto así que todo el, estaba hecho un desastre, se notaba los rojo que estaban mis ojos, mis labios rotos por mordérmelos.

Me senté en el inodoro, tome un cuadro que estaba en la mesa del baño frente a mí, éramos él y yo, nos tomamos esa foto para navidad, mis amigas dicen que queme la foto, que me aferro a algo sin vida, a algo sin futuro, que nunca existirá, que me aleje de esos pensamientos tan tóxicos, ellas saben muy bien que lo amo y dejas de pensar en alguien que le entregaste todo de ti, es difícil, es difícil no aferrarse. Bese la foto, besaba su rostro una y otra vez como si fuera él realmente. Me acordaba muy bien ese vez que me invito a conocer a sus padres. Él no quería a ninguno de los dos, a él no le importaba si yo los conocía o no, tan solo me llevo para enseñarme su casa y su habitación: no tenía muchas cosas, tan solo una litera, donde él dormía en la parte superior, su habitación era muy pequeña, tenía también un televisor y un closet, la manija de la puerta se encontraba dañada. Eso era todo lo que tenía en su habitación, y todo eso ocupaba todo el espacio, apenas podía moverme.

Me senté en su cama y él me miraba muy feliz, nos besamos y pasamos la tarde jugando videojuegos en la sala, sus padres aparentaban ser buenas personas, estrictos, pero muy buenas personas.

Me mire nuevamente en el espejo frente a mí, sabía que me hacía daño recordar, deje la foto en su lugar, me limpie el rostro, respire profundo y salí de mi habitación, cambiaría por él, por nadie más, ni siquiera por mí, él era mi prioridad.

Al día siguiente, desayunaba mientras mirando la tv, hoy me tocaba ir a la universidad, así que me apresure en terminar, lavarme los dientes y salir de casa, tomar el bus y estar frente al edificio de la universidad. Suspire algo cansada, no quería estar en ese lugar, hasta tenía algo de miedo, no conocía el lugar ni las personas, no quería perderme así que pregunte direcciones, ya en el aula me senté en el lugar más apartado, pero tampoco era estúpida, el lugar era muy bueno, me mantenía apartados de las otras personas, pero podía ver perfectamente al profesor y a lo que escribiera, vi a chicas y chicos sentarse, había bastante perdonas. El profeso comenzó la clase, la verdad la pase muy bien, era un tema que me gustaba mucho, él profeso era muy carismático, hacia divertida la clases, no fue tan malo después de todo.

De re ojo pude notar a una chica acercándose y sentándose a mi lado <<Creo que me a cagado la vida>> Miraba mi libreta intentando ignorarla, pero esta toco mi hombro.

–Hola ¿Cómo estás? –Dijo esa chica a mi lado.

–Hola –Respondí sin verla a la cara. Quería que se diera cuenta que no quería hablar o hacer amistades.

Cuando mantenía mi relación él me pidió que dejara a todas mis amistades, que ellos solo eran hipócritas y que era lo mejor, deje de hablarles a todos por él, no mantuve ni una relación cercana con nadie, igual lo tome como una costumbre, él ya no está y puedo relacionarme con personas, pero no puedo, las veo y quiero vomitar en ellas, no soporto hablar con alguien por mucho tiempo, prefiero estar sola en mucha tranquilidad.

La chica a mi lado no parecía querer rendirse en lo absoluto. Se acercó más a mí.

–Me encanta tú cabello.

Por alguna razón lleve mi mano a mi cabello, la verdad no lo había peinado, era corto hasta mis hombros, era negro y se podría decir que se mantenía entre lo liso y ondulado. Sabía si lo decía para llamar mi atención de alguna forma, pero hizo que me moviera, sus palabras me hicieron sentir algo insegura. Así era yo, los cumplidos me dan escalofríos, me hacen sentir peor ya que sé que lo dicen para llamar la atención de mí, por cortesía o hipocresía, la mayoría de los halagos y cumplidos son falsos, esa persona puede pensar que tu cabello es mierda y en voz alta dirá que es hermoso.

Mire al lado contrario de donde ella se encontraba, quería de verdad que notara que me valía verga, que se fuera, de verdad no la quería cerca.

–Oye mira, no es que te quiera incomodar ni nada, se nota que no quieres hablar conmigo, se nota que eres alguien muy distante, y por eso quiero hablar contigo, a veces las personas creen que seguir siendo así las llevara a algo bueno y solo se quejan de su vida, si no se abren nunca sabrán lo bueno que puede llagar hacer. La vida no es fácil, pero tienes que dar de tú parte para que las cosas funcionen.

Aun me sentía incomoda, pero la chica tenía toda la razón, yo quería cambiar y ser alguien nueva, pero me mantenía encerrada en lo mismo, tenía que dar algo de mí y abrirme y hablarle era un comienzo.

Respire profundo, me di la vuelta para poder mirarla a la cara, ella mantenía una sonrisa, ere una chica morena, cabello liso bastante largo, era muy hermosa.

–Perdóname, fui muy descortés. También me gusta tú cabello

La chica junto sus manos en una pose como si fuera a rezar, obvio no haría eso, las juntos y comenzó a chocarlas entre ellas, aplaudía feliz mente

Este era un comenzó para mí, las cosas cambiaran mucho