Capítulo 1

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“El viento se lo decía, un mal presagio era acompañado por aquella extraña figura que aparecía en sus pesadillas”

5 años atrás.

—¡Despierta Boruto!— una voz femenina hacía eco en sus pensamientos, pero no sabía a quien pertenecía— No tengas miedo, la oscuridad desaparecera cuando el sol se imponga en una nueva erá... —Un cuerpo comenzaba a ser descubierto gracias a los apacibles rayos de la luna, el único problema es que dicho cuerpo poseía un rostro sin cara— Lastima que el preció será demaciado alto, ¡oh hijo del hombre!

¡Boruto despierta!

—¿Ah?— su pecho subía y bajaba de manera frenética, el sol nublaba su vista e incluso pudo sentir como su corazón latía súbitamente. Luego de parpadear un par de veces pudo visualizar a la dueña de aquélla voz— Sarada...

—Boruto idiota, ¡no te puedes dormir en plena misión!— rápidamente comenzó a ser sacudido por la mencionada.

—Sarada déjalo, seguramente estaba demaciado cansado— Luego su amigo Mitsuki hizo acto de presencia mientras sonreía al ver aquélla cómica escena. —Sobre todo cuando recién hemos tenido una pelea bastante complicada.

—Suéltame loca'ttebasa— trató de soltarse del agarré de su compañera de equipó, completamente en vano gracias a que Sarada en definitiva poseía una fuerza mounstrosa superior a la suya.

— Supongo que Mitsuki tiene razón, comprendo que estemos cansados, pero aún asi no podemos darnos el lujo de descansar sobre todo cuando aún no sabemos la cantidad de enemigos que nos acecha, además…— volvió a sacudir con más fuerza a Boruto— ¡No me digas loca!

—De verdad, hacen una linda pareja— Dicho comentario  por Mitsuki hizo que ambos voltearan a verlo con miradas asesinas, pero aún asi con cierto sonrojo adornando sus mejillas. —¿Sucede algo?

—¡Callate Mitsuki!— ambos gritaron al unísono.

Dichosos aquellos días que los tres disfrutaban libremente, aquellos días donde no existían personas más fuertes que sus padres, el séptimo y el Hokage de las sombras.

Aquéllos días dónde podían sonreír libremente, dónde podían soñar y creer en un futuro brillante.

Pero lamentablemente ese mismo día, como si el viento les susurrara el peligro que se aproximaba los tres sintieron un certero escalofrío recorrer cada parte de sus anatomías, junto a ello, la imagen de un chico tirado en el suelo completamente apacible, a su alrededor restos de máquinas con las que habían peleado antes, al parecer el chico las había derrotado. El chico que poseía en su mano la mísma marca que Boruto tenía en su mano derecha.

El día que se sentenció la caída de la erá ninja.

Presente:

—¡Maldición!— exclamó al ver que su cantimplora estába vacía— Mis provisiones estan reduciéndose. Y esta maldita calor no me facilita nada. — estaba cerca de los territorios de Suna, lamentablemente no podía darse el lujo de mostrar su cara libremente por lo cuál la cubría con una sútil tela negra, vestimenta que era bastante común en dicha nación. Todo esto debido a que desde que salió de Konoha sin permiso, al igual que Boruto era un ninja receptor y sobre todo traidor. Se encargaba de conseguir todo típo de información que lo llevará con Boruto, ya habían pasado dos semanas desde que salió de la aldea, regularmente mandaba un Alcón— invocación que grácias a su padre pudo realizar ya que le facilitó un contrato con ellos—tan solo para ver el estado de su madre, de sus amigos y de la família de Boruto, sobre todo a la pequeña Himawari, a la cuál le había tomado un gran cariño considerándola como su hermana menor, le dolía ver que aquélla pequeña desde la muerte de su padre y la desaparición de su hermano había decidido renunciar a su vida libre, para tomar clases con los Hyuga y así poderse hacer fuerte.

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⏰ Última actualización: Sep 16, 2018 ⏰

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