Caminaba por los pasillos del horfanato que al decir verdad y odio admitirlo no quería irme, no quería. Otros tal vez en mi caso se alegrarían pero en el mío, no! Y lo peor de todo como recuperaría mi maldita mochila? Iba ser un reto.
Mi teléfono comenzó a sonar y era el rey de Roma Jackson mi queridísimo y estupendo idiota favorito.
–¿Hola?–Hable y lo que escuché después fue:
–Mocosa, estúpida te he estado esperando desde hace media hora, mueve tu grandísimo culo y escápate por la maldita ventana marca de ropa, no me voy a estar toda la maldita noche hija...–Decidí interrumpirlo.–Jack tenemos un 3312, repito un 3312–hable por la otra línea.
Jack salió el año pasado del horfanato y aún así no ha dejado de ser mi mejor amigo la única persona en el mundo que confío.
3312: Me han adoptado
Pusimos las reglas cuando nos conocimos.
–¿QUE? NOOO! En serio? Mierda, iré para allá– y con eso colgó.
Dios siempre tan dramático...Aunque me podría ayudar a encontrar mi maldita mochila. Fui hacia el patio por la puerta trasera que se tenía que cruzar la cocina para llegar al comedor y de ahí al patio trasero, bueno me entendieron.
Corrí cuando vi a un chico pasar por la parte de atrás y prendí la pequeña linterna de mi celular de juguete se podría decir.
–Donde carajo estás, maldita mochila?–me hable a mi misma, camine hasta dar la vuelta y la maldita mochila no estaba.
Vi pasar el auto de Jack a grandisima velocidad y me alarme, corrí según yo a la puerta que daba a la entrada del horfanato, pero que creen me estrelle contra un muro y caí de culo.
–Hay carajo! Esto ni siquiera debería estar aquí. Estupida. Estupida.–Me levanté y escuché unas risillas.
–¿Quien anda ahí? Sal maldito cobarde!–Grite hacia la nada. Unos arbustos se empezaron a mover.–Es el aire estúpida, nada malo va salir de ahí...–Me tranquilicé y camine hacia el otro lado aún buscando mi estúpida mochila.
–Baby shark tururuturu–empece a cantar, ¿Que? Esta genial.
Después de 10 largos minutos llegué a la puerta de en frente y una gran limosna estaba estacionada en frente. Lo que más me dio gracia es la cara de idiota que puso Jack cuando vio el auto y después su vista cayó en mí.
–Estupida!–chillo y corrió hacia mi, haciéndome caer al suelo
–Mierda! Sí que pesas! Muévete!–bufe y el solo se digno a no moverse.
–Me dijiste gordo y eso no se hace...
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Hasta aquí el capítulo de hoy espero y realmente os guste. Chao
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ADOPTADA POR LOS PETERSON
Teen FictionEn conclusión, toda mi vida he estado en un orfanato y es lo peor de lo peor... O eso creía hasta que conocí a los Peterson una família de adinerados que solo buscaban algo de mí.