Coleccion de Microcuentos propios

Una historia fugaz

Erase una vez, en cierto lugar de cierto pueblo en cierto pais, cierto hombre que no es digno de un erase una vez, pues ni su pasado ni futuro fueron ni han de ser dignos de mencion, un hombre a quien solo le importa su presente pero su presente a nadie le importa. Ese aquel, cansado de buscar en el mar de monotonia que es, fue y sera su vida, cansado de buscar algo de lo que no tiene ni tendra constancia jamas. Pues el no es ella; Ella aquella que su mar es el mas ajitado, pero en cualquier momento puede tornarse calmado pues su mar no es monotono, no es asfixiante, no esta estancado, pero a ella, el no le importa.
El, buscando algo que lo pesque de aquel mar sentado en una banca pensando que ha de decir si alguien pregunta por su palabra, o que ha de hacer si alguna situacion requiere de su accion o que ha de pensar si nada pasa, pues nada nunca le paso y nada nunca le va a pasar, el ahi sentado se sorprende al verla a ella sentandose a su lado, pero a ella no le importa el, ella ni sabe de el, ella no tiene razones para saber de el, ella ha de sentarse ahi no por el, sino por que ella ama su mar, ella ama su rutina y esa rutina le dicta que se ha de sentar ahi, pues ahi se sento un dia, y desde ahi se ha sentado, se sienta, y se sentara. Pero, para el no es rutinario, el ha sido pescado, mientras fantasea con una historia de amor que no sera historia pues nunca paso, no esta pasando y nunca pasara. voltea solo a ver, solo a observar, solo a admirar, la observa como si ella se tratase de una obra de arte, de una estatua pulida en marmol o como si del mar mismo fuese, pero solo hace eso, solo observa, pues a ella no le intereza, pues ella ni sabe que, quien es o sera el y asi es como para el, esta historia que no tiene inicio, no tiene ni tendra fin, da comienzo, pero no lo da, porque solo lo hara es sus fantasias, no sera una historia, sera un pensamiento que existio desde la primera letra, existe y existira por siempre