Capítulo 3: Oscuro pasado

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-¿Y bien? -cuestionó Jonas mientras observaba a Ángel caminar alrededor de la habitación-. Detente por favor, me estás volviendo loco.

-Es que no se por donde empezar, no te gustará.

-No te preocupes por eso, estoy seguro de que no me gusta que dos ángeles de la oscuridad estén en la ciudad el mismo día que nos recibes, pero tus razones tendrás. Solo quiero entenderte un poco.

-¿Te sientes bien? -preguntó Ángel-. ¿Quién eres y que hiciste con el verdadero Jonas?

-Aunque no lo creas he madurado. Estar en presencia de los arcángeles te ayuda.

-¿De verdad? Oye, ¿Y cómo es? ¿Es como siempre me imaginé que sería estar con el Arcángel Miguel?

-No tienes ni idea, si vieras las armas que tenemos, las formas en las que acabamos con ejércitos del mal. Es un sueño hecho realidad. Estoy seguro que pronto estarás ahí. Pero no me cambies de tema, habla.

Angel suspiró y continuó caminando de un lugar a otro. Jonas lo tomó de la mano y lo jaló haciendo que terminara sentándose junto a él.

-No te vas a levantar de aquí hasta que hables. ¿Por qué los trajiste a este lugar? ¿Planeas que por la noche los hagamos que salgan huyendo y los casemos?

-¡Jonas! Eso es enfermo.

-¿Enfermo? ¡Por Dios Ángel! Como si no lo hubiéramos hecho muchas veces en el pasado.

No respondió nada, si, era verdad. Toda su vida había crecido odiando a los ángeles de la oscuridad, vampiros y todo aquello que no fuera como ellos. Pero había cambiado, ya no era ese ser tan cruel que asesino a decenas de ellos, y no por defensa, sino por pasar el tiempo.

-¿Qué pasa? ¿Ya dejó de ser enfermo? -replicó con cierto tono burlesco que hizo molestar al rubio.

-Sigue siendo enfermo. Admito que en el pasado me equivoqué pero ahora he cambiado, ya no los odio, porque me di cuenta lo equivocado que estaba. No todos son malos -replicó recordando a Ryan- algunos son buenos, amables, justos, honestos, respetuosos, te dan apoyo incondicional aunque no lo merezcas, serían capaces de recibir una flecha por ti.

-Wow, te enamoraste de alguno de ellos.

-¿Qué? ¿Ahora insinúas cosas estúpidas? Ryan y yo solo somos amigos -se levantó furioso y se apartó de él- ¿Solo por eso me tiene que gustar?

-Cálmate.

-No, no me voy a calmar, si ahora te pones a difamarme.

-Que te calmes -gritó con voz potente- Yo no te estoy difamando. Con "te enamoraste de uno de ellos" me refiero a un ángel de la oscuridad femenino, no a ese tal Ryan.

-Ah, entonces no...

Jonas negó con la cabeza.

Ángel guardó silencio y se limitó a mirar a su amigo. Arruinó todo.

-¿Por qué reaccionaste así? -cuestionó una vez que los dos estaban calmados.

-Es que... no hay mas ángeles de la oscuridad, todos ellos fueron destruidos, los únicos que quedan son Ryan y su hermano.

-Entiendo, y por qué pensaste que me refería a ese tal Ryan del que tanto hablas.

Ángel no sabía que decirle, su amigo no era un tonto, si no le decía algo convincente todo se iría a la basura.

-Ángel.

-Es porque somos muy buenos amigos y me siento en deuda con él. En la batalla que hubo recibió una flecha por mí, casi murió por mi culpa.

ENTRE LAS ALAS DE UN ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora