parte única.

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1. El Señor Harrington.

El Señor Harrington estaba demasiado cansado para esto.

"Jones, estoy hablando en serio. Como capitana del decatlón es tu responsabilidad velar por el bien del equipo. Confío en que resuelvas el problema con Parker,"

Ella lo miró fijamente. Dios, para tener 16 años era bastante intimidante. "Usted quiere que eche a Parker del equipo,"

El Señor Harrington sacudió la cabeza rápidamente. "¡No! Absolutamente no. Peter es de las mejores piezas que tenemos en el equipo."

"Sin embargo siempre falta a las prácticas, y en ocasiones hasta a los torneos," continuó ella, quitándose polvo inexistente de su chaqueta negra. "Yo no puedo arreglar eso; no es mi culpa que no tenga sentido de la responsabilidad. Creo que la solución más lógica es sacarlo del equipo."

"No, Jones, no." Harrington suspiró. Esto era como esos videos de gatos tirando vasos de vidrio al piso sólo para llevarle la contraria a sus dueños. ¿Por qué diablos había decidio trabajar con adolescentes? Ahora le dolía la cabeza las 24 horas del día. "No vas a sacar a Parker. Lo necesitamos. Está bien, no le digas nada. Haz lo que quieras, solamente-"

"¡Hey, ya llegué!" Peter Parker entró a la biblioteca casi corriendo, agitado y balbuceando. "Uh, tuve un problema en mi casa y por eso no pude llegar a tiempo. Mi... perro se... enfermó..." Finalmente se dio cuenta de que la biblioteca estaba vacía, y se quedó ahí parado con las manos en los bolsillos y la cara roja.

Jones se volteó, y lo miró con la ceja alzada. "La práctica terminó hace dos horas."

"Uh, lo siento mucho, yo-"

"Estás fuera del equipo." Sentenció ella con desinterés, poniéndose de pie y amarrandose el cabello en una cola.

El señor Harrington se masajeó la sien. "Jones, ¿qué te acabo de decir?"

Michelle se encogió de hombros. "Usted dijo, y cito: Haz lo que quieras."

Esto era una guerra perdida. "Necesito café." Anunció, encaminadose a la puerta. Michelle sonrió de lado. Peter seguía sin decir palabra, tieso como una estatua.

El señor Harrington ya había cruzado la puerta cuando recordó que su taza estaba aún en la mesa de la biblioteca. Al volver a entrar, se encontró con Jones recostada contra la pared a brazos cruzados y Parker tartamudeando nerviosamente.

"Yo sé que no tienes un perro,"

"¿Cómo sabes eso?" Interrumpió Parker, frustrado. "A lo mejor adopté uno... ayer. Y tú no lo sabrías. ¡O aunque lo tuviera hace años! ¿Cómo-cómo podrías saber qué mascotas tengo o no? Tú y yo nunca hablamos."

Jones se despegó de la pared y se inclinó en dirección a Parker. "Porque sé todos tus secretos." Murmuró ella, a un volumen tan bajo que el Señor Harrington no supo cómo alcanzó a escuharlo. Parker parecía que estaba a punto de explotar, con la cara roja y los ojos abiertos como platos.

Jones sonrió satisfecha, mirándolo a través de sus pestañas y con el mentón alzado. Dios, esto parecía sacado de una película de romance cliché, en la que Jones era el chico tatuado misterioso que intimidaba a la chica introvertida y buena con todos. Aunque, ¿era Parker realmente el chico bueno de esta película? El Señor Harrington estaba involucrándose demasiado en este drama juvenil cuando la voz de Jones volvió a llamar su atención.

"¿De verdad quieres seguir en el equipo de decatlón, Parker?"

Él asintió frenéticamente. "Sí. Es sólo que el internado de Stark-" Jones alzó la mano, haciéndolo callar.

el dedo corazón » spideychelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora