Era fines de octubre, cada pasillo de Bighit era frío como el hielo cuando se acercaba el invierno -y en el invierno mismo-. Jungkook cerró su botella de agua ya vacía al salir de la sala de prácticas. No podía esperar a ducharse y finalmente dormir.
Últimamente el cansancio y el vacío lo invadían, realmente algo le faltaba, algo necesitaba. Todo se había vuelto muy monótono y eso a Jungkook le inquietaba.
Tampoco había querido comentárselo a sus mayores porque ni él mismo sabía cómo explicarlo.Una vez en la Van camino al hogar donde compartían los siete, la música que oía a través de sus audífonos lo absorbió. Al llegar a un semáforo en rojo y, sin dejar de mirar por aquel vidrio, vio a una chica pelirroja -claramente teñida- sentada fuera de una cafetería.
Ella solo estaba ahí, bebiendo su café y mirando distraídamente su celular. Pudo haber pasado inadvertida para cualquiera, si no había nada de especial en ella, nada que llamara la atención de los demás.
Solo la de Jungkook.
De pronto, ella levanta la mirando en dirección a él y el menor se asusta, apartando rápidamente su vista de la pelirroja -olvidando completamente los vidrios polarizados del vehículo- y el auto parte, haciendo que Jungkook voltee nuevamente la mirada en busca de la chica.
(...)
Una vez ya duchado y con el cabello seco, se deja caer sobre su cama; con los brazos y piernas extendidos, como una estrella de mar.
Se queda mirando el techo y este, a diferencia de su antiguo dormitorio, es completamente blanco. Ninguna forma, nada. Nada que lo distraiga. Y él, al igual que el techo, se queda en blanco. Simplemente recostado mirándolo.
La sensación de inquietud seguía ahí y no le gustaba, se sentía incomodo y eso le frustraba.
De pronto vino a su mente la chica afuera de la cafetería. ¿Habría estado esperando a alguien? el pensamiento de ella siendo plantada lo hace sentir triste y se llama a sí mismo tonto por estar creando toda una situación sobre una chica que vio por unos segundos.
(...)
Una vez llegado el invierno, se integró nuevo personal a la agencia. Era casi fin de año e iban a necesitar ayuda para todos los eventos, shows y premiaciones que venían.
Tres mujeres se presentaron ante ellos; ellas serían sus nuevas maquilladoras.
– Mi nombre es Moon Hyeri -escuchó de pronto y levantó su mirada hacia ella -ya que había estado mirando la punta de sus zapatillas todo este tiempo- espero les guste mi trabajo y creemos un ambiente agradable.
Se quedó simplemente mirándola mientras todos a su alrededor comenzaban a hablar entre ellos. Aún mantenía el cabello rojo y llevaba el mismo abrigo amarillo que aquella vez.
La vio sonreír mientras escuchaba a alguien del staff y, como aquella vez, ella dirigió sus ojos hacia él, haciendo que ambas miradas se encontraran, como si ella pudiera sentirlo cada vez.
Esta vez no la apartó, pero de todas formas ella rompió el contacto al mirar a la persona frente a ella.
El menor se sobresaltó cuando escuchó la voz de Taehyung llamándolo. Fue hasta él que se encontraba junto a Jin y Jimin hablando animadamente de algo de lo que todavía no estaba enterado y tampoco les tomó atención cuando le contaban.
Moon Hyeri... Le dio un poco de gracia pensar en lo pequeño que es el mundo, él ya había olvidado a la chica de la cafetería y ahora que la volvía a ver, le causaba el mismo sentimiento de intriga que aquella vez.