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— Suga ... — El chico estaba desconcertado no esperaba verlo pero a sus ojos Suga tenía una pesada carga —Hola — así que era mejor sonreír que preguntar

— ¿Jimin? ... — Sus ojos se acumularon de lagunas de lágrimas— Jimin perdóname — No pudo evitarlo y derramó lágrimas, unas que esperaron cuatro años para salir

— ¿Porqué Suga? — Se inclino junto a este y lo abrazó. Empezó a frotar su espalda para que se fuera calmando poco a poco mientras este terminaba de llorar

— Yo no sabía ... no sabía que no había sido un accidente — Lo tomó fuerte los brazos y con su mirada fija, Jimin supo a lo que se refería pero prefería asegurarse antes de revelarlo —

— ¿Qué cosa? — Se sentó y lo puso sobre él y con sus mangas limpio sus lágrimas

— Te prometo que te vengaré ... lo juro — Jimin solo sonrió un poco apenado

— Suga ... no tienes que hacer eso. No te llenes de ira, odio y venganza. Yo estoy bien amor — Le deposito pequeños besos por todo su rostro — Pero necesito que tú estés bien—

Con eso el llanto que se detuvo empezó a brotar de nuevo hace mucho tiempo que quería llorar en brazos de Jimin pero este se fue antes de que pudiera hacerlo por última vez esta vez aunque fuera un sueño lo abrazaría como nunca pudo hacerlo, como nunca se dejó y como nunca lo volvería hacer.

— Suga ... ya es hora — Le dio un beso en su mejilla — Esta será la penúltima vez que nos veremos —
















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— Demasiada luz — La maldita cortina estaba abierta, ¿Acaso no se podía cerrar? Pero no era luz solar si no luz nocturna, la luna brillaba demasiado.
Suga iba reaccionando poco a poco. Cuando sintió que algo había jalado su mano. Giro un poco la cabeza, una transfusión de sangre. Sus recuerdos vinieron rápido ... le habían disparado. Se revisó y todo estaba bien decidió pararse cuando en el sillón de enfrente estaba Nam y se quitó la aguja que lo conectaba.

Su rostro se alegró, Nam estaba ahí con el, se acercó lo suficiente para no despertarlo, sentándose en el otro extremo del sillón vio su rostro ... estaba cansado dormía como si no lo hubiera hecho en diez años pero estaba en guardia. No pudo evitarlo y con su mano acarició su mejilla se sentía algo áspera pero para él no importaba mientras sintiera su calor estaba bien. Se fue acercando y poco le importó despertarlo pero quería besarlo así que se puso sobre sus piernas y lo comenzó a besar. Sus grandes labios, carnosos le encantaban tanto. Lo llenaban pero quería más, mientras lo iba besando fue introduciendo su lengua y Nam despertó algo confuso con aquella escena que estaba pasando. De verdad disfrutaba la escena pero necesitaba una explicación así que separó a su chico lentamente.

— Amor ... ¿Cómo te sientes? — Lo abrazó él también lo necesitaba pero de su cintura pasó a su trasero y al parecer su amiguito estaba reaccionando

— Uhm... bien — Suga bajo su rostro, podía sentir como la erección de NamJoon iba creciendo y la de el también — Solo que ... te necesitaba — Lo volteó a ver, sus ojos mostraban lujuria — Me hacías falta — Se fue acercando más para pegarse completamente  a Nam pero fue restregando su trasero mientras lo hacía.

Mientras Nam estaba sorprendido Suga nunca había mostrado una faceta tan ... emotiva y un poco ¿sumisa? Su chico por lo general no era así, era de carácter, la verdad no sabía como explicarlo pero en este momento ni lo necesitaba ni le hacía falta así que solo disfruto. — También a mi me hacías falta— Su mano que hace poco estaba en su trasero ahora estaba por debajo de su bata recorriendo desde su espalda y de nuevo a sus muslos, los apretó lentamente, Suga se aferraba fuerte a los hombros de Nam sacando pequeños gemidos hasta de ellos salió un grito. Se le olvidaba el hecho de que su brazo no estaba bien. — ¿Te lastime? ¿Dónde te duele? —

El Idiota Que Nos Unió| NamGi |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora