Mi nombre es Andy Peters, vivía en los suburbios de la pequeña ciudad de Santle, Estados Unidos, era el año 2030, en ese momento tenía Dieciséis años, y siempre pensaba, ¿cuando pasara?, ¿cuando ocurrirá el apocalipsis?.
Siempre pensaba en ello, no sé por qué, creo que solo era una forma de distracción y mi escape de la cotidianidad, en fin, cómo manera de distracción se me ocurrió hacer una especie de "refugio".
Empecé a ir al bosque, la ciudad de Santle era una ciudad con muchos bosques y parques, era conocida como un destino vacacional al que las personas podían ir a relajarse y ver sus lindos paisajes, en fin, debía encontrar un lugar cómodo para comenzar a construir, algo que no estuviera tan lejos de mi casa, y que no estuviera tan dentro del bosque para no perderme. Encontré un espacio pequeño junto a un arroyo, no tenía muchos árboles al rededor y no estaba muy lejos de mi casa, decidí comenzar a construir en ese lugar.
No muy lejos de la zona había un depósito de chatarra, fuí a preguntar si podía llevarme algunas cosas y me respondieron que podía ir cuando quisiera y llevarme lo que necesitara, ya que se estaban quedando con poco espacio de almacenamiento, fui varias veces cuando tenía tiempo libre a buscar cosas importantes para una construcción cualquiera, mi padre trabaja de ingeniero civil en una construcción, así que le pregunté si podía ayudarme a hacer un plano y qué necesitaba para construir un pequeño refugio, me ayudó y me dijo que bastaba con algo de metal y qué me ayudaría a construir las bases cuando tuviera tiempo libre, mi padre siempre quiso que estudiara arquitectura, así que acepto sin dudarlo.
Pasó el tiempo y cada vez que tenía algo de tiempo libre iba al bosque a continuar construyendo el refugio, un día fui al depósito a buscar algunas láminas de metal y estaba un hombre peleando con el señor del depósito.
– ¡¿Qué?! ¡¿Cómo qué no puedo venir más?! – exclamó.
Me acerqué al lugar donde estaban las láminas que necesitaba.
– ¿Eh?, ¿que hace un jovencito en el depósito ? – me preguntó.
Le dije que no le importaba, y que era problema mío.
– Oye hermano, solo preguntaba – exclamó.
Se fue y cuando me dirigía a la salida me dijo que las láminas que había escogido no aguantarían ni un mes.
Le pregunté: ¿Cómo lo sabes?. No esperaba ningúna respuesta, solo pensaba que era un vago más.
– Por su peso, a juzgar de cómo las llevas agarradas supongo que den ser bastante livianas, deben estar gastadas, además mira el color han estado mucho tiempo acá, con el tiempo se van a oxidar más y no podrás si quiera hacer una caja con ellas. – me respondió. –
Me impresionó que me diera una respuesta tan detallada y qué acertara en cada cosa que dijo. Le pregunté que con cuáles bases me dijo eso.
– Aunque no lo parezca soy herrero, por lo tanto algo se de metales.
No esperaba esa respuesta, aquel hombre al que había tachado de vago sabía mucho más que yo.
– ¿Ahora sí me dices que planeas hacer con esas láminas? – me preguntó.
Si decía que estaba construyendo un refugio para el apocalipsis iba a quedar como un estúpido, pero sabía que él me podía ayudar, así que le dije que estaba haciendo un pequeño fuerte en el bosque.
– ¿Si? ¿Y cómo vas con eso? ¿Puedo ayudar en algo? – me preguntó.
Le pregunté que por qué se interesaba tanto en eso.
– He estado muy aburrido últimamente, así que me gustaría ayudarte, para poder distraerme un poco.
Me pregunté a mi mismo si debería aceptar su ayuda, parecía confiable, y además si de verdad es herrero me ayudara mucho en la construcción, y no molestaría tanto a mí padre. Le dije que sí, lleno de preocupación porque al final no tenía ni la más mínima idea de quién era este tipo.
– ¿Aceptas? ¿En serio? Qué bien, y bien, ¿Cuando puedo ayudarte?. – me respondió con un tono de emoción.
Le pregunté que por qué se emocionaba tanto y que si no creía que era una perdida de tiempo.
– ¿Por que debería creerlo? – me respondió.
Al parecer no tenía nada mejor que hacer, por mi estaba bien.
– Mucho gusto me llamo Rick pero me puedes decir Trash – me dijo.
Me presenté y le pregunté que si podíamos encontrarnos en la entrada del depósito a las tres de la tarde del siguiente día.
– Me parece bien – respondió emocionado.
Me retiré del lugar directo a mi casa, pues se había hecho tarde.
Caminando a casa me preguntaba por qué razón se ofreció a ayudarme ese hombre, por qué ayudar a un jóven desconocido como yo, en su lugar ni siquiera me habría interesado ayudar a un completo desconocido, lo que hizo que cuestionara mi manera de tratar a los demás.
A el otro día
En la mañana cuando iba caminando hacia el instituto seguía preguntándome lo mismo, una y otra vez.
¿Por que? ¿Por qué ese hombre se había ofrecido a ayudarme? –
3:00 P.M
A la salida del instituto me dirigí al deposito esperando encontrarme con Rick.
Efectivamente ahí estaba sentado en la entrada del depósito, con una caja de herramientas y algo de material.
Fuimos al lugar que había escogido para comenzar a construir. En el trayecto me contó que se había quedado sin empleo, ya que una gran compañía compró el área dónde se encontraba la herrería donde trabajaba.
Le pregunté cuántos años tenía, no parecía ser muy mayor que yo.
– ¿Yo? Tengo diecinueve, ¿y tú?
Efectivamente no era tan mayor que yo, le dije mi edad y me preguntó que si había comenzado a construir. Le dije que había puesto las bases y había recolectado material.
– Así que no has comenzado, ¡Así va a ser aún más divertido! – exclamó con emoción y una gran sonrisa.
Llegamos al lugar que había escogido, y le mostré el plano que hizo mi padre.
– ¡Genial!, ¿Esto lo hiciste tú? – me preguntó.
Le dije que lo había hecho mi padre, le pregunté si tardaríamos mucho.
– La verdad, si tardaremos un poco, al rededor de medio año – respondió.
Me sorprendió su respuesta, si tardaría medio año con ayuda, no quería imaginar cuánto iba a tardar yo solo.
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¿Solo?
Science FictionComenzó lo que todo el mundo pensaba que no iba a pasar, que era mentira, que era algo trillado.....Pero sucedió y ahora vivo este tormento, este presente interminable, comenzó el Apocalipsis pero logre aguantar el Armageddon pero no veo a nadie...