Prólogo

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    Tras despertar en la nada, en un lugar completamente oscuro con un olor desagradable, tirado en un pedazo de pared, me di cuenta de la falta de recuerdos de días pasados, no sabía como llegue a este lugar ni por que decidí venir a un lugar desolado con ambiente húmedo como este. En lo que me doy cuenta, escuché una puerta rechinar, ni cerca, ni lejos... Era más bien como si proviniera de alguna habitación contigua a la que estoy, entonces empezé a pensar un momento. ¿Por qué estoy encerrado, a oscuras en un lugar desolado, donde solo se escucha una puerta? El miedo me vio cara a cara, algo pasó, algo hice, o tal vez solo es alguien en mi busca. ¿Cuál es la correcta? ¿Y si apuesto todo a una decisión? ¿Y si me equivoco?. En el instante en el que empecé a escuchar voces traspasando la pared, me decidí a intentar ocultarme en lo que sea que haya en esta habitación, tendré que confiar en mi tacto para intentar distinguir... En el momento en el que me paré, noté qué mi pierna parecía estar paralizada, no sentía de la rodilla para abajo...  Eso solo aclaró gran parte de mis dudas, siendo que, estando encerrado sin un mínimo rayo de luz, y con alguien más cerca, solo podría ser algo malo. Buscando por la habitación, mientras el otro par de personas estaba entreteniéndose hablando entre si, noté entre todo una cama, un clóset y un baúl. El estante era más o menos de mi tamaño pero estaba claramente algo blando... Como si la madera estuviese podrida, pero era eso, o el ocultarse bajo la cama hasta que se me ocurra algo mejor para salir.

    Más o menos a la media hora más tarde, ya no escuchaba las voces que antes eran notorias en toda la habitación, pero no sabia que hacer, ¿Qué pasaría si era solamente yo el que, llego a tal punto de desesperación en el cuál ya no escuchaba nada para aislarme del miedo? ¿Cómo podía sentirme seguro?. Termine saliendo del clóset, notando que la puerta, la cual estaba agrietada, estaba irradiando en luz... Era una luz tenue, me sentí seguro y cálido, tras acoger esta sensación tome valor y intente salir tirando la manija. Al hacerlo, me di cuenta que estaba abierta y floja, y, al abrirla, adelante de la puerta estaba una parte derrumbada del edificio, en la que se podía ver claramente la luna, pero, si esto estaba tras la puerta... ¿Entonces que era esa luz tenue?. Al instante, escuche susurros, irreconocibles pero que, a su vez, parecían que planeaban algo. Tenía miedo de voltearme, se supone que debería estar la misma habitación en la que estaba antes, pero ahí no había nadie... Estaba paralizado, ¿Cómo debía reaccionar?, ¿Será que ellos provocaron la fuente de luz tenue de antes?. Estaba tiritando, solo sentía que se acercaban cada vez más a mi, con esto, yo ya me rendí, y me decidí a voltearme para reconocer las caras de mis salvadores o las de mis ejecutores, cuando me volteé, todo se volvió blanco... ¿Cómo es que algo oscuro, decrepito y viejo pudo haber tomado ese color en un instante? No había nadie, miré hacia atrás para tranquilizarme un poco mirando la luna, como antes, pero ya no estaba... Todo se había vuelto blanco.

Intentando reconocer lo que había pasado dentro de mi cabeza, me sentí derrotado por el miedo, específicamente a lo desconocido, lo que estaba pasando. Escuché voces nuevamente, una silueta completamente negra me hablo:
- ¿Así que ya terminaste?
- ¿A qué te refieres? - Respondí, sorprendido, al escuchar la única voz dirigida a mí en la ultima hora en la que ocurrieron estos sucesos.
- Entonces no... Esta bien, te daré otra oportunidad. Espero que aproveches esta nueva vida, al igual como lo esperé del resto. - Comentó, con una voz de tono cansada y aburrida.
- ¿Nueva vida? - He vivido más de alguna vez según lo que él dice... Leí algo sobre esto o algo parecido antes, espero a que no se refiera a eso.
- Solo vive, y recuerda tú propósito, la razón por la que has vivido tantas veces, y fracasado tantas veces.

    Después de decir eso, su silueta se volvía poco a poco blanca, como el fondo, parecía estar desapareciendo. Me sentía un poco mareado poco después de eso, así que me senté un momento en el blanco suelo que estaba sujetándolo todo, entonces miré inconscientemente mi brazo, como si tuviera un reloj... Pero lo que estaba pasando en ese momento me dejo anonadado, yo estaba desapareciendo, cómo la silueta, me estaba volviendo parte del blanco escenario en el que estaba parado. Me sentí decaído y caí en el basto blanco tranquilizador y acogedor.

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