Eyes on you

Capitulo 1

27 de diciembre, 9:45

Ryan's POV

-¿Como mierda sabes que es ella? - pregunté furioso. No podía creerlo, me negaba siquiera a pensar que mi novia, esa chica llena de vida estaba tirada sobre la camilla en una vulgar morgue.
-Es ella y punto- sabía Nathan estaba intentando mantener la compostura, no por mi, yo ni siquiera le interesaba, lo hacía por Mirabella.
-Me niego a aceptarlo. Madison esta viva- a estas alturas yo ya estaba gritando, no me interesaba el, y por más frío que suene, tampoco Mirabella.

El cadaver con signos claros de abuso sexual y el rostro desfigurado parecía tan distante a Maddie, no quería creer que mi princesa estaba muerta. Y mucho menos de esa forma. Nathan y Mirabella se ven tan distantes, ella llora en silencio, y el solo observa la mesa de metal. Al final solo me quebré, caí de rodillas y tomé mi cabeza en mis manos, mientras lloraba.

-No podes ser vos- llore como si fuera un niño, y tome la mano de "Maddie"- No eres ella, y nunca lo serás, aunque si te soy sincero, eso es algo bueno- me sorprendí de mi tono, pero ya no podía tragarme las palabras, o moriría asfixiado como ella.

Me senté a llorar en el piso, e increíblemente Mirabella se acercó y me rodeó con sus huesudos brazos, Nathan nos miró. Y se acercó, llore en los brazos de unos padres tan rotos como yo. Me dejaron soltar todo lo que tenia dentro, y eso me sorprendió, más viniendo de él .
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Me senté en mi habitación, y tomé la pequeña libreta que tenía en el escritorio. A note cada detalle del día, cada pequeño diálogo o indicio que considere importante y llame a mi mamá para decirle que me dormiría. Ella me miro y sonrió, hace tanto que no duermo.
No lo merezco, no merezco nada. Ella esta encerrada seguramente y yo cómodo en mi maldita casa como si la vida siguiera sin ella, no era justo. Pero nada lo era, y que Maddie se fuera era la prueba viviente de ello.
Me paré y comencé a caminar alrededor de la habitación, pensando en cada rasgo del rostro de Maddie, cada pequeña imperfección que la hacía más real, más humana, más mía. Y de la nada ese pensamiento causó ira en mi. Causó rabia. Era tan doloroso saber que no sabía dónde estaba. Me acerqué al escritorio y antes de despojarlo de todo lo que en el reposaba tomé un portarretrato con una foto de hace un par de meses acompañado por ella. Lo deje sobre la cama y luego tire y destroce lo que se encontraba en el mueble. Nada me la devolvería.
Tomé la foto en mis manos y el llanto se hizo imparable.
-¿Porque? Vos y yo, yo, tenemos tanto por lo que seguir. Vos y yo, yo, Maddie.- deje la foto en el piso, y la pisé. Hasta que regrese viviría por ella, tenía que seguir. Solo hasta que volviera. El vidrio me provocó un sangrado leve que me saco una pequeña carcajada, eso no era nada comparado con lo que sentía por dentro.