Venganza~Calum Hood y tú(EDITANDO)

Prólogo

Mi respiración era agitada,parecía que el corazón se me iba a salir del pecho.Mis piernas resultaban cansadas al igual que el resto de mi cuerpo.No querían parar,no debían hacerlo.No en este momento.

No pude contener ni un segundo la respiración cuando escuche un disparo no muy lejos de mí,a la vez que un grito ahogado.¡Oh mierda,Megan!Me giré y pude presenciar con mis ojos la escena que tanto me temía.En tan solo unos cuantos segundos mi cabeza se inundó de imágenes y recuerdos.

Mis ojos tenían una expresión de preocupación y las lágrimas comenzaron a aparecer.Sin pensarlo dos veces corrí hacia mi hermana,la cual estaba recostada en un árbol.Intenté regalarle una sonrisa de "Todo va a ir bien" aunque lo único que conseguí fue una mueca.

Una parte de mí estaba destrozada al ver a mi hermana así,sentía como me hacía pequeña.Estaba confusa,furiosa y triste.Un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar el tacto de una piel pálida y fría sobre mi mejilla.Megan me sonreía con dulzura y despreocupación aún sabiendo todo por lo que estaba pasando,y que toda esta historia no iba a tener un final feliz.

-Megan...-dije en un susurro.

-___,sabes perfectamente que no fue tu culpa-respiro profundamente para continuar hablando-Eres mi hermana y no te podría culpar de algo asi por muy enfadada que estuviera contigo.Quiero darte las gracias por todas las veces que me has salvado la vida y también quiero que sepas que siempre estaré a tu lado-.

Al escuchar esas palabras sentía como poco a poco mi corazón se hacía trizas.Me dolía tanto ver a mi hermana así.

Notaba la mirada de Megan fija en mí y como el agarre de su mano y la mía era cada vez mas débil.Sus pulsaciones eran mas lentas y sus ojos se cerraban despacio.Tornaba una leve sonrisa la cual tranquilizaba una parte de mí.

No me podía creer nada de lo que estaba sucediendo,pensé que era una pesadilla de la cual de un momento a otro me despertaría.Pero no era así.

Me quedé sentada al lado de su cuerpo inerte y pálido esperando aquel pellizco en el brazo que me hiciera despertar de aquella horrible pesadilla.